viernes, 19 de noviembre de 2021

Elecciones a WONCA: ¿seguirán ignorando a Latinoamérica?

 


 


Hoy el profesor François Balloux, Director del Genetics Institute de UCL en Londres comentaba que ninguno de los tres últimos  artículos sobre Covid-19 publicados en revistas científicas de altísimo renombre hubieran sido publicadas en cualquier otro ámbito del conocimiento. Es indudable el sesgo  favorable que la admirada “CIENCIA” tiene hacia todo lo que see publique sobre la pandemia, aunque sea una infinita basura. Los abnegados científicos se han apresurado a enviar trabajos, aún conociendo su ínfima calidad, sabiendo que en este río revuelto es fácil pescar peces con los que engordar la tripa curricular. Otro sesgo más al que añadir al de género, universidad o centro sanitario.

Hay otro sesgo que suele pasar desapercibido y sobre el que se suele pasar de puntillas, con una resignación fatalista, pero cuya influencia determina en gran medida la forma en la que se construye la realidad. En una reciente reunión de Centros Colaboradores de la Organización Mundial de la Salud a la que asistí se presentó la distribución de dichos centros en el mundo: de 822, un 33% se encuentran en Europa; el porcentaje se eleva al 46% si se añade Estados Unidos y Canadá, y casi al 50% si se añade Australia y Nueva Zelanda. España tiene 10, uno de los cuales afortunadamente está en mi Escuela.

Sólo el 10% de los Centros colaboradores son latinoamericanos: 15 entre España y Portugal, 19 en Brasil y 53 sólo en Ñamérica ( el maravilloso nombre acuñado por Martin Caparrós en su imprescindible libro para denominar a los países americanos de habla hispana). 53 de 822 representan el 6%. Como comparación Reino Unido (56) tiene más centros colaboradores que Ñamérica, y Estados Unidos (72) tantos como toda Latinoamérica. Nadie discute la idoneidad de los centros de los países ricos, pero es simplemente impresentable que todo el aporte de conocimiento de toda esa comunidad sea tan escaso. Ya no sólo es un problema de que en las conferencias internacionales no se hable el español ( a pesar de ser el segundo idioma más hablado en el mundo, 399,  tras el chino), sino de ausencia de acceso del conocimiento producido en estos países al conocimiento científico y la forma de construir la realidad.

Mañana WONCA que (además del apellido del dueño de la fábrica de chocolates del cuento de Dahl) es la la Organización Mundial de Médicos de Familia, elige entre hoy y mañana a su nuevo Presidente…o Presidenta. También se eligen los miembros de su Comité Ejecutivo. Desde su creación en 1972 han ocupado el cargo de presidentes 19 personas, de las que solamente dos son mujeres ( en los seis últimos años, había que ponerse al día).Por nacionalidades, tres son estadounidenses, tres australianos, dos británicos, dos holandeses, dos canadienses, dos chinos, un malasio, un sudafricano, un sueco, un irlandés y una noruega. Es decir, de 19 presidentes, 12 tenían el inglés como lengua nativa. NINGUNO procedía de Latinoamérica; tampoco de África.

Esta situación no debería continuar por más tiempo: la Atención Primaria y la Medicina de Familia practicada en Latinoamérica tiene demasiado que enseñar al mundo como para seguir siendo ninguneada en sus órganos de gobierno.

En esta ocasión además, dos candidatas a ocupar puestos de alta responsabilidad son difícilmente en sus méritos profesionales y académicos, su dominio del inglés ( requisito por desgracia obligatorio) y sobre todo su enorme humanidad: Viviana Martínez Bianchi para el cargo de Presidenta electa y Pilar Astier para formar parte del Comité Ejecutivo.

En su habitual corrección política ambas señalaban que aunque no fueran elegida WONCA saldría ganando. Es lo único en lo que discrepo completamente: seguir ignorando el aporte de toda una comunidad lingüística y cultural de la importancia de la latinoamericana no solo es una ofensa, es una pérdida de  conocimiento y de forma de entender el mundo que ni WONCA, ni la OMS ni ningún organismo internacional puede permitirse.

viernes, 12 de noviembre de 2021

40 años de Cartuja




Está confirmada la asistencia del alcalde de la localidad, la rectora de la Universidad, el Consejero de Salud, los presidentes de los colegios de Medicina y Enfermería y las principales sociedades científicas, así como del Presidente de la Comunidad Autónoma. Pero dada la importancia del aniversario está también prevista la presencia de la Sra. Ministra de Sanidad, a la que se unirá la Ministra de Hacienda, siempre cercana a la Salud desde que dirigiera esa cartera durante más de una década. No se descarta la presencia del Presidente del Gobierno, salvo contratiempos de última hora.

Si se tratara de celebrar los primeros 40 años de trasplantes en España, la creación de una unidad de células madre o próximamente la inauguración de la primera unidad de Medicina Personalizada y de Precisión, tan del agrado del Presidente de gobierno “Siemprealaúltima”, nadie se extrañaría de que lo descrito anteriormente ocurriera. Aparecería como noticia destacada en las noticias de mediodía y la noche, entrevistarían en La Ventana a sus protagonistas, y Alsina, Herrera o Barceló destacarían el hito con entusiasmo. Sería portada de El País y El Mundo, probablemente Trending Topic en Twitter y hasta el espacio científico tan innovador de Javier del Pino le dedicaría su atención…

Pero nada de esto ocurrirá. Se celebran los 40 años de uno de los centros emblemáticos de la Atención Primaria en España, la vanguardia junto a otros igual de admirables en la reforma de la Atención Primaria en nuestro país iniciada a principio de la década de los 80. Pero claro, hablamos de Atención Primaria, ¡que pereza¡ Esa gente que en realidad, no saben mucho de nada, que están ahí para  rellenarle a usted todos los papeles del mundo mundial,” ( como bien decía uno de esos grandes médicos de familia que hay en este país, Raúl Calvo), que para lo verdaderamente importante ya están los “auténticos” médicos. Esos que siempre se quejan de que ven mucha gente, de que no tienen tiempo, profesionales de "barricada" de los que uno sólo puede librarse cuando por fin en este país haya aseguradoras para todos donde poder elegir el especialista que queramos: ¿a cuanto de qué vamos a tener que seguir soportando que sea esta gente de la Primaria la que nos de permiso para acceder al endocrino, la cardiólogo o el cirujano , cuando en Sanitas, ASISA o Adeslas lo puedes hacer desde hace décadas?

Apenas habrá nadie para agradecerles el trabajo silencioso, discreto, anónimo de estos últimos 40 años.Aquellos que comenzaron insultantemente jóvenes, andan rondando ya la jubilación, cuando no se fueron hace poco; allí se formaron y trabajaron varias de las generaciones de medicina y enfermería de Andalucía: la mayor parte acabaron trabajando en otros lugares, dentro y fuera de España. Unos pocos aún aguantan, no porque no pudieron marcharse, sino porque no quisieron hacerlo. Una mezcla que pocos entenderían hoy de ilusión y compromiso…del de verdad, no del que presumen los políticos.

En estos cuarenta años formaron residentes, que a su vez formaron residentes, que siguieron formando residentes, en una especie de matryoshka que nunca acaba. En los tiempos en los que aún Alma Ata significaba algo, desarrollaron la estrategia allí formulada en su territorio. Cuando hubo de ampliarse su capacidad de resolución aprendieron a hacer ecografías, a colocar implantes contraceptivos, a colocar DIUs. Hacían prescripción social y trabajo con activos cuando todavía nadie había hablado de ellos. Pero por si no fuera suficiente aplicaron con profesionalidad todas y cada una de las ideas, ocurrencias y caprichos de los diferentes equipos directivos que a lo largo de estos cuarenta años por ahí fueron pasando. La gran diferencia es que a éstos se los llevó el viento, perdidos ya en el olvido y sin embargo, nadie en la siempre abandonada y olvidada zona de Cartuja y Almanjayar podría entender ese espacio geográfico sin su centro de salud. Obviamente, al igual que en la Mina, la Palmilla , las Tres mil viviendas o el Pozo del Tío Raimundo , no habrá declaraciones de famosos en “prime time” diciendo que  fue en Cartuja donde a ellos les trajeron al mundo, les cuidaron de niños o les acompañaron en la muerte de sus padres. Esta gente atiende a gente común y corriente que trabaja cada día sin armar alboroto, pero también a los otros, a los invisibles, a los residuos humanos de los que hablaba Bauman y que no vemos ni queremos ver.Ellos no sólo les ven, sino que ejercen cada día las tres papeles esenciales que debe realizar la Atención Primaria en palabras de Iona Heath:ser Intérprete de lo que les ocurre, Guardián frente a los excesos de la medicina, Y Testigo de lo que les ocurre. Por esta obligación de testimonio la medicina de familia , como también escribió la Dra. Heath "es política por definición": "porque dada la continua interacción con sus pacientes, la exposición a la comunidad a la que sirven, no pueden ayudar sin formular una opinión sobre el estado de la sociedad". Ellos lo llevan haciendo cuarenta años. Pero casi nadie les escucha.

Probablemente generados por la mala conciencia abundan en estos tiempos pandémicos múltiples estrategias que suceden a las múltiples estrategias que reemplazan a las viejas estrategias que periódicamente asolan la geografía intentando tapar la inmensa vergüenza del sistema sanitario de este país: el abandono, despreocupación y desprecio con el que todas y cada una de las administraciones de cualquier signo político han maltratado a la Atención Primaria.

Si quieren saber de verdad lo que es ésta no tienen más que ir el martes 15 de noviembre al centro de Cartuja Almanjayar y ver cómo trabajan. O mejor aún, simplemente déjenles trabajar, al igual que al resto de la Atención Primaria de este país, con los recursos, el respeto y la admiración que merecen.

Feliz aniversario. Y mi más humilde agradecimiento por lo que hacéis y representáis.

Cuarenta años trabajando por la salud del barrio. Nada más. Nada menos.