El domingo 19 de diciembre se celebraron elecciones presidenciales en Chile, las elecciones más importantes en el país desde el plebiscito sobre la continuidad del dictador Pinochet en 1988.
Para el diario ABC, el resultado de las elecciones chilena no mereció tan siquiera una mención en portada, algo que si hicieron con fotos a media página del ganador, El Mundo y El País. Algo que sin duda habría sido muy distinto de ganar Kast.
El candidato perdedor,José Antonio Kast, no sólo es defensor de la dictadura pinochetista y admirador de su responsable , sino que es partidario de dejar en libertad a condenados en sentencia firme por crímenes brutales durante la dictadura, llegando a decir que, de vivir Pinochet, votaría por él. Una de sus propuestas estrella durante la campaña electoral fue la construcción de una zanja de tres metros de ancho y 3 de profundo (solo faltó añadir cocodrilos), en las fronteras con Perú y Bolivia, en una innovadora adaptación del muro de Donald Trump; partidario inicialmente de abandonar la ONU, matizó en la segunda vuelta la propuesta, proponiendo solamente abandonar la comisión de Derechos Humanos por estar en ella Venezuela y Cuba, dictaduras comunistas. Sin embargo su aversión al comunismo se diluye si se trata de China, con la que pretendía establecer acuerdos comerciales para la elaboración de vacunas . Convencido inicialmente de acabar con el Ministerio de la Mujer, uno de sus colaboradores llegó a afirmar en sus redes sociales a que los violadores de mujeres feas deberían recibir una medalla. Kast llegó a proponer “el arrestar a personas en recintos que no sean cárceles” (con sospechosas similitudes a los centros de detección y tortura de la DINA durante la dictadura) e incluso al establecimiento de una red latinoamericana de persecución y colaboración entre países para perseguir y reprimir los procesos subversivos, con sospechosas similitudes con la operación Cóndor. Para el diario ABC Kast es hijo de emigrantes alemanes llegados a Chile en los años 50. The Guardian lo identifica como hijo de un nazi puesto que su padre no fue un simple emigrante sino un miembro del partido nacionalsocialista afiliado antes de la guerra mundial.
ABC y El Mundo definen a Kast como un “conservador sin complejos” simple y llanamente. Por el contrario, para The Guardian, un político admirador de Trump y Bolsonaro, enemigo de lo que llamó “la dictadura gay” y que solo encuentra en la represión sin miramientos de los conflictos seculares con la nación mapuche la forma de solucionarlos, no es más que la encarnación chilena de la extrema derecha que crece en todo el mundo.
Gabriel Boric por su parte, es el presidente electo más joven de la historia de Chile (35 años) y el que alcanza el cargo con mayor número de votos (más de cuatro millones seiscientos mil). Fue líder destacado en las movilizaciones de estudiantes de los años 2011 y 2012, y se enfrentó a su propio partido al firmar a título personal el acuerdo nacional para elaborar una nueva Constitución, y que fue la vía de salida del estallido social de 2019.Si bien es cierto que fue apoyado por el partido comunista, exigió a éste que se retractara de su apoyo a las elecciones nicaragüenses a las que calificó directamente de fraudulentas:”en nuestro gobierno el compromiso con la democracia y los derechos humanos será total, sin respaldos de ningún tipo a dictaduras y autocracias, moleste a quien moleste”.
A lo que aspira el nuevo presidente es a construir en Chile un estado de bienestar al estilo de los estados europeos de postguerra. Pretende alcanzar un sistema de pensiones similar al español , solidario entre generaciones y clases sociales, y construir un sistema de salud como el clásico Sistema Nacional de Salud británico, antes del desmantelamiento conservador.
Para el cada vez más numeroso entramado de prensa derechista española con el ABC y EL Mundo a la cabeza, Boric no es más que un “ultraizquierdista”, "cabecilla de la izquierda más extrema” como señalaba la editorial de El Mundo. Para el ABC “por experiencia, conceder el beneficio de la duda a la extrema izquierda se ha convertido ya en un imposible”, insistiendo ambos medios en el grave perjuicio para los intereses españoles que supone un gobierno de este tipo.
Al silencio del primer día de ABC le han ido sucediendo cada día señales apocalípticas del derrumbe del peso chileno, o la caída de su bolsa. El lenguaje crea realidad y los medios de comunicación modifican ésta a partir de la tergiversación de los hechos . El presidente electo chileno no lo tiene nada fácil, es posible que las expectativas que haya despertado se vean defraudadas, pero negarle al derecho a intentarlo como se hace desde tantos medios es una forma más, nueva , sofisticada, de despreciar la democracia.
Al llegar a España un día después de la segunda vuelta de las presidenciales chilenas ,el policía nacional que revisó mi pasaporte preguntó por las elecciones chilenas y si el resultado había sido bueno; extrañado de la confianza respondí que la alternativa era un candidato a la derecha de Vox. El funcionario respondió que el problema de Vox era que “tenía mala prensa”.Cuando un policía se permite dar su opinión sobre Vox con esa ligereza a cualquier desconocido al que revisa el pasaporte, pone de manifiesto que el trabajo de manipulación da sus frutos. Todos los medios de la derecha de este país, digitales o en papel, llevan años blanqueando el negro oscuro de Vox, haciendo creer a la opinión pública el carácter democrático de una afiliación que hace ostentación del franquismo, defiende una política xenófoba, culpa a los menores migrantes de cualquier delito que se produzca, y va de gira mundial buscando alianzas con los mas nauseabundos dirigentes, desde Bolsonaro a Orban. Todos esos medios fomentan y estimulan la creación de una gran alianza entre los demás partidos de la derecha y Vox “para salvar a España”.Por el contrario en Alemania ningún partido, quiere siquiera sentarse en el parlamento junto a Alternativa por Alemania (AfA),la extrema derecha, ni por supuesto es posible que la derecha pacte con ellos.
El problema no es votar por Boric votar por Kast. Es la gigantesca estrategia de blanquear el negro, de banalizar el mal.
Fotografia: Santiago de Chile, el día de la victoria de Boric