lunes, 12 de abril de 2010

Los costes de la medicalización

Entre los artículos que tiene aún en prensa el Social Science and Medicine es de reseñar el trabajo de Peter Conrad, Thomas Mackie y Ateev Mehrotra ( de Brandels University y RAND Corporation) sobre una de las primeras estimaciones realizadas sobre el coste que supone la medicalización para un sistema sanitario.
Se entiende por medicalización "el proceso mediante el cual problemas no médicos acaban siendo definidos y tratados como problemas médicos catalogándose a menudo como enfermedades." Es conocido el famoso artículo de Richard Smith, el antiguo director del BMJ , In search of No Disease, donde se identificaban las 10 No enfermedades más frecuentemente atendidas en la consulta de un médico ,a partir de las votaciones de los lectores del British. En aquel entonces destacaban " presuntas enfermedades " como el envejecimiento, la infelicidad o la soledad, así como otras tan pintorescas como el furor al volante, las orejas grandes, la resaca o la ansiedad sobre el tamaño del pene. Cosas, todas ellas, sobre las que no conviene bromear.
Respecto a la medicalización Soledad Márquez y Ricard Meneu publicaron una excelente revisión hace años en Gestión Clínica y Sanitaria
Conrad y compañía identifican las "condiciones medicalizadas" a partir de dos criterios: estudios previos publicados que identifican la condición en cuestión como ejemplos de medicalización desde 1950, y disponibilidad sopbre información fiable sobre lo que representa dicha condición en gasto médico en Estados Unidos.Lógicamente, con dichos criterios, la lista inevitablemente se reduce. Entre ellas se incluyen los trastornos de ansiedad, la imagen corporal, la disfunción eréctil, la infertilidad, la calvicie, la menopausia, el embarazo normal, la tristeza, la obesidad, los trastornos del sueño, los trastornos ligados al uso de sustancias  olos trastornos conductuales. No aparece la  respetable fibromialgia, o la baja estatura idiopática.
Reconocen por todo ello que el coste de la medicalización posiblemente esté infraestimado. Aún asi lo cifran en 77 billones ( americanos) de dólares, un 4% del gasto sanitario. Puede parecer poco, pero en enfermnedades cardiacas gastan los americanos 56.7 billones y en cáncer 39.9 ( datos de 2000).
El pasado sábado el Pais publicaba la noticia de que en el año 2009 el 16% de la población española consumió algún tipo de psicofármaco. Cuando andamos tan preocupados por cómo solventar la crisis y garantizar la sostenibilidad del sistema, estudiando de nuevo la viabilidad del copago y poneindo el énfaisis en el margen de efciencia que el sistema tiene no estaría de más mirar con atención a estas condciones medicalizadas, a menudo generadas y potenciadas desde el propio sistema.
(Imagen: fotograma de la película Resacón en las Vegas, enfermedad que aquejaba a los  protagonistas, y que  próximamente puede ser incluida en la CIE-11 MC)

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