
..." ahora todas las semanas lee en detalle las tres revistas médicas más importantes y de vez en cuando hace cursos de reciclaje de alguna técnica concreta. Pero los casos que le satisfacen son aquellos en los que se enfrenta a unas fuerzas para las que no existe una explicación previa, porque dependen de la personalidad concreta del paciente y de su historia".
Un hombre afortunado. John Berger. 1967.
Viene mi vecino a tomarse una cerveza y preguntarme por el significado de una calcitonina alta que le han detectado a su mujer. Me he convertido en una especie de asesor sanitario ante dolencias diversas (a la manera del que ayuda a hacer declaraciones de la renta del vecindario). Es una actividad cuasi delictiva, habida cuenta de que hace muchos años que no veo pacientes. El problema es que casi nadie hace, eso que antes hacía el médico: escuchar, explicar,tranquilizar... Me cuenta el vecino que su mujer lleva un año dando vueltas por síntomas diversos que nadie atiende: ganancia de peso, irritabilidad, diarrea crónica. La respuesta suele ser la misma: cosa de los nervios. Tras un año tuvo la suerte de topar con un tipo que le escuchó durante una hora y media y le hizo un estudio sencillo pero orientado de la diarrea. Le intento explicar como puedo lo que puede significar una calcitonina alta,mientras pienso en el médico. ¿Como quedará reflejada esa hora y media en su cuenta de resultados? Dudo que su sistema de objetivos valore la realización de diagnósticos complejos, la atención a sus dudas, el diagnóstico diferencial de otras posibles causas.Tampoco le da para una publiación con factor de impacto.
En el JAMA de esta semana James Harris de la Johns Hopkins rememora el célebro artículo de Francis Peabody en 1927 ( The care of the patient), ya comentado hace un mes por el amigo Julio Bonis. Peabody publicó su artículo a la vez que sobrellevaba la agonía de un leiomiosarcoma de estómago. Según Harris recuperar el enfoque centrado en el paciente es crucial para alcanzar asistencia médica... ¡de alta calidad¡. Comenta en su artículo las repercusiones que está teniendo en la relación entre médicos y pacientes la historia electrónica, así como las limitaciones de tiempo: éstas además de amenazar la relación médico paciente, promueven la simple recolección impersonal de datos basados en la enfermedad.Peabody sostenía excentricidades del tipo de "el cuadro clínico no es solo la fotografía de un hombre enfermo en la cama, sino la pintura impresionista de un paciente rodeado por su casa, su trabajo, sus esperanzas y temores". Ochenta años después el no menos raro Harris, considera que "la historia clínica no es solo diagnosticar sino entender el significado de la enfermedad para el paciente y establecer esperanzas realistas sobre su pronóstico y tratamiento". Por desgracia,me auguro un buen futuro.