martes, 28 de septiembre de 2010

Mal le va al país ( Ill fares the land)

Ill fares the land, to hast'ning ill a prey,
Where wealth accumulates, and men decay;
Princes and Lords may flourish, or may fade:
A breath can make them, as a breath has made;
but a bold peasantry, their country's pride,
When once destroyed can never be supplied.

 Oliver Goldsmith


Ya hablamos hace casi un año de Tony Judt, entonces a propósito de la muerte. Todt era uno de los historiadores contemporáneos  más reputados ( especialmente recomendable su "Sobre el olvidado siglo XX). Desde 2008 ha estado luchando contra una Esclerosis lateral Amiotrófica, sobre cuyas experiencia publicó algunos artículos estremecedores.Por desgracia el pasado 6 de agosto no pudo luchar más.
Hace casi un año , Todt dio una conferencia en Nueva York sobre el futuro de la socialdemocracia. Tuvo tal éxito que le animaron a escribirlo y desarrollar su tesis más extensamente. Y con la ayuda de algunos alumnos y amigos, y la paciencia infinita de su familia dedicó buena parte de sus últimos meses a escribir una especie de testamento vital, que llamó Ill fares the land, y publicó en la primavera de este año. La semana pasada salío a la calle  la traducción española con el título, bastante libre, de Algo va mal. Dice mucho posiblemente de él que dedicara sus últimos días de vida a semejante tarea.
En este libro, de forma respetuosa pero firme, Todt se atreve contra los molinos de viento del pensamiento único imperante, el que considera ( desde la derecha,  pero también desde la izquierda) que solo puede haber una respuesta ante los problemas de nuestro mundo, las que vienen desde los despachos del Banco Mundial o el FMI, y que jalean prácticamente todos los tertulianos de las radios españolas, mientras hacen bromas hilarantes sobre el fracaso de la huelga de mañana.
Pero las cosas no son para reirse mucho. El descrédito de la política es enorme. En palabras de Judt "políticamente la nuestra es una época de pigmeos". Y no siempre fue así . En nuestro país el descrédito y la preocupación por los políticos supone el tercer problema de los españoles ( tras el paro y los problemas derivados de la situación económica). Crece mes a mes.Pero parece que el problema no es de los polítiicos. Tal vez porque, como señalaba recientemente Juan Gervas al resumir el curso sobre " Transparencia y buen gobierno en sanidad" (realizado en la Universidad Internacional Menendez Pelayo hace solo quince días), la partitocracia imperante utiliza " el poder como botín para repartir entre sus miembros y como antesala de futuros beneficios al perderlos".  
De todo esto habla el libro de Todt. Por supuesto a muchos no gustan sus ideas, que se desprecian con condescendencia, desde la derecha, y se jalean desde las filas aparentemente progresistas. Pero no se si se está leyendo con suficiente atención lo que dice.
En su capítulo 5 ( ¿Que hacer?) Judt comenta: la disposición al desacuerdo, el rechazo o la disconformidad ( por irritante que pueda ser cuando se lleva a extremos) constituye la savia de una sociedad abierta. Necesitamos personas que hagan una virtud del hecho de oponerse a la opinión mayoritaria. Una democracia de consenso permanente no será una democracia mucho tiempo 
Sin embargo no es precisamente la crítica y la opinión diferente lo que está bien visto en las organizaciones  de cualquier clase, incluyendo por supuesto los sanitarias. .Escasean,cada vez más, reuniones o congresos donde haya efectiva confrontación dialéctica, donde se discuta realmente y no se diga  amén  a lo que diga el jefe ( aunque sea para  criticarle  acidamente después). Los que ejercen la crítica a menudo acaban cansados, cuando no preocupados de  ser considerados incómodos.
Pero el resultado de ello no es bueno para nadie, ni siquiera para los políticos. Porque ,como dice Judt,.. la conformidad tiene un precio. Un círculo cerrado de opiniones o ideas en el que nunca se permiten ni el descontento ni la oposición -o solo dentro de límites circunscritos y estilizados-pierde la capacidad de responder con energía e imaginación a los nuevos desafíos. ".
Aunque la traducción no sea lo que indica exactamente el título en inglés, desde luego Algo va mal.

3 comentarios:

  1. Sergio, de nuevo enhorabuena por los temas que tocas. La conformidad tiene un precio, estoy de acuerdo. Las creencias dadas por supuestas, las opiniones favorecidas (en contra de las opiniones críticas), las normas incuestionadas, etc, van ejerciendo influencia, inhiben a la gente para expresar sus dudas e interfieren en la capacidad para pensar críticamente. Se va creando una estructura en la que se van imponiendo procesos de afirmación dogmática y conformismo que restan capacidad para analizar y comprender la realidad y dificultan la innovación.
    Creo que está pasando mucho de ésto.
    Saludos.

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  2. Sergio, de nuevo enhorabuena por los temas que tocas. La conformidad tiene un precio, estoy de acuerdo. Las creencias dadas por supuestas, las opiniones favorecidas (en contra de las opiniones críticas), las normas incuestionadas, etc, van ejerciendo influencia, inhiben a la gente para expresar sus dudas e interfieren en la capacidad para pensar críticamente. Se va creando una estructura en la que se van imponiendo procesos de afirmación dogmática y conformismo que restan capacidad para analizar y comprender la realidad y dificultan la innovación.
    Creo que está pasando mucho de ésto.
    Saludos.

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  3. Muchas gracias Baldro.
    Me preocupa el silencio creciente cuando alguien con autoridad expone una iniciativa, una decisón que afecta a sus subordinados. En principio, claro, si son subordinados tendrían que obedecer, pero en teoría estamos hablando de profesionales, que aparentemente deberían ejercer algún grado de " profesionalismo" y por lo tanto tienen el derecho y el deber de manifestar su opinión sin que tengan que temer nada. por desgracia no es así, lo que pone en cuestión si existe realmente una profesión médica, con capacidad de crítica y pensamiento propio. Saludos cordiales.

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