martes, 29 de marzo de 2011

El efecto Betty Ford ( updated)

En la jornada con los estudiantes de hace unos días comentamos el conocido efecto “Betty Ford”, de permanente influencia en el sistema sanitario. Betty Ford fue la primera dama durante el mandato de Gerald Ford, entre 1974 y 1977. Ford había sustituido a Nixon el único presidente de la historia de los Estados Unidos que tuvo que renunciar al cargo. Betty Ford fue tal vez la mujer más activa como primera dama al nivel de Eleanor Roosevelt o Hillary Clinton. En 1974, solo unas semanas después de la llegada al poder de su marido, fue diagnosticada de un cáncer de mama debido a la cual fue mastectomizada. Betty Ford no solo hizo pública su enfermedad, psino que participó en las campañas de sensibilización a favor del screening, puestas en marcha por el National Cancer Institute y la American Cancer Society. A raíz de ello muchas mujeres que nunca se habían hecho una mamografía comenzaron a hacérsela. De hecho los datos del SEER ( Surveillance Epidemiology And End Results ) de aquellos años  muestran un curioso pico en nuevos diagnósticos,, que se considera resultado del citado efecto. Sin embargo, este aumento no se acompañó de ninguna disminución en el número de muertes por 100.000 mujeres.
En estos últimos meses hemos tenido una actualización local de dicho efecto. Primero fue Esperanza Aguirre la que hizo público su diagnóstico  su tratamiento en un hospital público ( las elecciones están cerca), y su casi inmediata incorporación de nuevo a la vida pública. Aguirre hizo  “un llamamiento a todos los ciudadanos, hombres y mujeres, pero muy especialmente a las mujeres para que se hagan las revisiones periódicas porque el cáncer cursa sin síntomas muchas veces así que cuando uno no hace prevención lo coge tarde". Si influencia ha incrementado sensiblemente , según parece , las peticiones de mamografía en la comunidad de Madrid.
Días después era Uxue Barkos, de Nafarroa Bai, quien también hacía público el mismo diagnóstico, animando a seguir los protocolos de prevención al respecto.
Lo que demuestra una vez más que son a menudo las figuras mediáticas ( en este caso políticas) las que determinan buena parte de las intervenciones sanitarias.
Pero deseando la mejor de las suertes a ambas políticas, la situación clínica de Aguirre y Barkos podría tener otras alternativas de evolución diferentes de la que comentan en la prensa: por ejemplo, podría ocurrir que el pronóstico de sus procesos sea el mismo que el que hubieran tenido de ser diagnosticadas cuando aparecieran los síntomas ( y no a través del screening) .  O bien que dicho diagnóstico hubiera sido innecesario ( puesto que en ocasiones bastantes casos de cáncer de mama regresan espontáneamente). En las dos situaciones previas se hubiera evitado, además, la angustia de un diagnóstico con tanta connotación de gravedad.
Pero también existe una tercera opción. Por desgracia la historia puede no haber concluido, y podrían también morir de la enfermedad aunque hayan seguido los programas de cribado.
Este supuesto teórico está basado en el trabajo de H Gilbert Welch , Lisa M Schwartz y Steven Woloshin ( profesores del Dartmouth  Institute for Health Policy and Clinical Practice), publicado a principios de año con el título de Overdiagnosed  ( Making people sick in the pursuit of health) , libro de obligada lectura para el que quiera saber a donde nos está llevando la obsesión por prevenir enfermedades. Welch es uno de los mayores expertos mundiales en el tema del screening, muchos de cuyos trabajos están publicados en JAMA o New England además de ser colaborador habitual de New York Times o Washington Post.
Como concluía una revisión sistemática de la Cochrane , por cada 2000 mujeres invitadas a hacerse mamografías anuales durante 10 años  se evitará una muerte por cáncer de mama, pero diez mujeres sanas serán sobre diagnosticadas, lo que resultará en seis tumorectomías y cuatro mastectomías innecesarias, además de que 200 de las 2000  sufrirán daños psicológicos significativos, secundarios a las pruebas de confirmación por anomalías  detectadas en la mamografía. Por todo ello, nada menos que Iona Heath , presidenta del Royal College of General Practitioner publicó en el BMJ un artículo sobre el cribado de cáncer de mama con el ´título de “It is not wrong to say no”. 
En España no se está contando la información completa sobre un tema tan importante.

4 comentarios:

  1. Overdiagnosed ya camina, Amazon mediante, hacia mi hogar... lo que tú recomiendas habrá que tenerlo en cuenta :)

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  2. Muchas gracias Javi.
    La recomendación es mutua

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  3. excelente entrada, a javithink decirle que si tuviera el kindle ya podría estar leyendolo :-9
    y asergio recordarle los efectos Kyllie, Nancy y Cristal
    http://rafabravo.wordpress.com/2011/02/23/mi-vida-esres-tu/
    Saludos

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  4. Muchas gracias Rafa
    Conocía el efecto Kyile, no tanto el Cristal o el Nancy ( es imposible estar al día).
    ¿ Tiene más impacto la enfermedad en un político ( o política) o en alguien de la farándula?
    No lo tengo claro, pero creo que los polítiocs solo influyen en los votantes por lo que hacen y no por lo que dicen.
    Abrazos

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