people and astonish the rest.”
Mark Twain.
Hace aproximadamente un año, Enrique Bernal y Vicente Ortún publicaron un interesante artículo en Gaceta Sanitaria, en el que consideraban que el nuestro era un buen sistema, pero con mal pronóstico. Pronóstico que empeora por momentos, a la vista de los errores cometidos por los que han gobernado y la irresponsabilidad de los que aspiran a ello.
Ortún y Bernal señalaban una vez más que es la innovación tecnológica, y no el envejecimiento de la población, el principal factor explicativo de la expansión del gasto. Es decir, la pelota está más bien en el tejado de los profesionales que en el de los pacientes, por mucho que queramos echarles la culpa del mal pronóstico.
Tal vez por ello hace unos meses un equipo de expertos en bioética de Alemania y Reino Unido proponían en el BMJ la utilización de criterios de Efectividad clínica a la hora del racionamiento: ya que hay que elegir prescindamos de aquello sobre lo que no exista suficiente demostración de su efectividad ( comenzando por las nuevas aportaciones al arsenal tecnológico, pero siguiendo si es necesario por las ya incorporadas al sistema), en cuyo proceso deberían jugar un papel clave las propias organizaciones profesionales.
En este sentido el Dr. Howard Brody, del Institute for the Medical Humanities de la Universidad de Texas, proponía hace un año en New England para el sistema americano, que cada sociedad científica identificara 5 intervenciones de amplia utilización, coste significativo y dudosa utilidad para el manejo de los respectivos pacientes. Parafraseando a Casajuana, dejar de hacer este tipo de intervenciones ,además de significar un importante ahorro en intervenciones innecesarias, podría permitir poder hacer otras intervenciones quizá más necesarias.
Lo que parecía poco más que un desiderátum se ha concretado un año después en la Top 5 List en Atención Primaria en Estados Unidos, publicada en los Archives of Internal Medicine y promovido por la National Physicians Alliance, consensuando la lista de las 5 intervenciones clave en medicina de familia, medicina interna y pediatría ( las tres especialidades que trabajan en atención primaria en el modelo americano), a través de técnicas de consenso con diferentes grupos de trabajo. En conjunto seleccionaron 12 intervenciones, tres comunes para internistas y médicos de familia. Como ejemplo, las que seleccionaron éstos eran las siguientes:
- no realizar ninguna técnica de imagen para dolor lumbar en las primeras 6 semanas ,salvo que estuviera presente alguna “bandera roja” ( signos neurológicos por ejemplo).
- No prescribir de forma rutinaria antibióticos en sinusitis leve o moderada a menos que los síntomas duren más de 7 días o empeoren tras una mejoría inicial.
- No pedir ECG o cualquier otra prueba de screening cardiológico en pacientes asintomáticos , de bajo riesgo.
- No solicitar citología a mujeres menores de 21 años o mujeres histerectomizadas por enfermedades benignas.
- No utilizar cribado con DEXA para osteoporosis en mujeres menores de 65 años u hombres menores de 70 sin factores de riesgo.
Los internistas incluyeron también entre las pruebas a excluir los “chequeos” mediante analíticas anuales en adultos sanos, que no fuerosn sin embargo priorizadas por los médicos de familia al considerar que no sería una medida fácil de implantar.
En un entorno tan complicado como el que nos espera en los próximos años,
- ¿sería imaginable una intervención similar , promovida desde un nuevo enfoque del profesionalismo en España y liderada por las sociedades profesionales, o este tipo de asociaciones solo existen en América?
- ¿Serían capaces de respaldar a los médicos que dejaran de hacer intervenciones inútiles las consejerías que han recomendado “chequeos" sin ninguna evidencia científica?
- ¿Cómo se podría revertir el mal ejemplo de un jefe del estado que presume públicamente de los chequeos que le realizan, para mayor agravio siempre en centros privados”?
Ortún y Bernal señalaban una vez más que es la innovación tecnológica, y no el envejecimiento de la población, el principal factor explicativo de la expansión del gasto. Es decir, la pelota está más bien en el tejado de los profesionales que en el de los pacientes, por mucho que queramos echarles la culpa del mal pronóstico.
Tal vez por ello hace unos meses un equipo de expertos en bioética de Alemania y Reino Unido proponían en el BMJ la utilización de criterios de Efectividad clínica a la hora del racionamiento: ya que hay que elegir prescindamos de aquello sobre lo que no exista suficiente demostración de su efectividad ( comenzando por las nuevas aportaciones al arsenal tecnológico, pero siguiendo si es necesario por las ya incorporadas al sistema), en cuyo proceso deberían jugar un papel clave las propias organizaciones profesionales.
En este sentido el Dr. Howard Brody, del Institute for the Medical Humanities de la Universidad de Texas, proponía hace un año en New England para el sistema americano, que cada sociedad científica identificara 5 intervenciones de amplia utilización, coste significativo y dudosa utilidad para el manejo de los respectivos pacientes. Parafraseando a Casajuana, dejar de hacer este tipo de intervenciones ,además de significar un importante ahorro en intervenciones innecesarias, podría permitir poder hacer otras intervenciones quizá más necesarias.
Lo que parecía poco más que un desiderátum se ha concretado un año después en la Top 5 List en Atención Primaria en Estados Unidos, publicada en los Archives of Internal Medicine y promovido por la National Physicians Alliance, consensuando la lista de las 5 intervenciones clave en medicina de familia, medicina interna y pediatría ( las tres especialidades que trabajan en atención primaria en el modelo americano), a través de técnicas de consenso con diferentes grupos de trabajo. En conjunto seleccionaron 12 intervenciones, tres comunes para internistas y médicos de familia. Como ejemplo, las que seleccionaron éstos eran las siguientes:
- no realizar ninguna técnica de imagen para dolor lumbar en las primeras 6 semanas ,salvo que estuviera presente alguna “bandera roja” ( signos neurológicos por ejemplo).
- No prescribir de forma rutinaria antibióticos en sinusitis leve o moderada a menos que los síntomas duren más de 7 días o empeoren tras una mejoría inicial.
- No pedir ECG o cualquier otra prueba de screening cardiológico en pacientes asintomáticos , de bajo riesgo.
- No solicitar citología a mujeres menores de 21 años o mujeres histerectomizadas por enfermedades benignas.
- No utilizar cribado con DEXA para osteoporosis en mujeres menores de 65 años u hombres menores de 70 sin factores de riesgo.
Los internistas incluyeron también entre las pruebas a excluir los “chequeos” mediante analíticas anuales en adultos sanos, que no fuerosn sin embargo priorizadas por los médicos de familia al considerar que no sería una medida fácil de implantar.
En un entorno tan complicado como el que nos espera en los próximos años,
- ¿sería imaginable una intervención similar , promovida desde un nuevo enfoque del profesionalismo en España y liderada por las sociedades profesionales, o este tipo de asociaciones solo existen en América?
- ¿Serían capaces de respaldar a los médicos que dejaran de hacer intervenciones inútiles las consejerías que han recomendado “chequeos" sin ninguna evidencia científica?
- ¿Cómo se podría revertir el mal ejemplo de un jefe del estado que presume públicamente de los chequeos que le realizan, para mayor agravio siempre en centros privados”?
¿Por qué no se publican a todo trapo y en grandes medios de comunicación, los estudios que demuestran la inutilidad de miles de pruebas preventivas? .... porque la gente "quiere" hacerse pruebas, para prevenir .... no se sabe muy bien qué ....
ResponderEliminarAdemás de tí, el Dr.Gérva y algunos otros "frikis" (y lo digo con todo el respeto y el cariño) nadie es capaz de decir estas cosas ....
Una amiga de mi hija (16 años) tiene dolores de cabeza, dice que le hagan un Tac (mandahu ....) su medica de familia se niega (bendita sea) .... mi hija se ha cansado de decirle los peligros de la prueba y lo innecesario .... pero .... somos tremendos ....
Que bien se venden mis colegas con "lo último" en tecnología .... que está bien, pero como decía en #AUBempresanit el Dr. Lluís Pareras "La tecnología te permite hacer mucho pero no todo lo que se puede hacer se debe hacer"
Muchas gracias Juana.
ResponderEliminarEncantado de ser un friki, más aun si la compañía es la de Juan.
Pero creo que entonces hay muchos frikis. Solo reproduzco estudios en las mejores revistas del mundo que dicen que muchas pruebas preventivas son sencillamente inútiles ( además de dañinas).
Y si hay que empezar a hacer recortes creo que habría que empezar por ahi y no amenazar con recortes genéricos en el estado del bienestar como hace Rajoy
Suerte tiene la amiga de tu hija. Como muchos otros pacientes. hay más gente razonable de lo que creemos
Un saludo cordial
Quizas la dificultad estriba en conseguir que esto lo lideren los profesionales .Si el liderazgo viene de los gestores ,apaga y vamonos
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