lunes, 29 de agosto de 2011

Historia clínica electrónica:primum non nocere

Aunque las iniciativas destinadas a la mejora de la  Seguridad del paciente se ha convertido en uno de los escasos puntos de acuerdo y consenso en materia sanitaria en los últimos años, generando un amplio espectro de observatorios, coordinadores y estrategias, los avances siguen siendo más bien escasos, diez años después de la publicación del ya clásico informe del Institute of Medicine To Err is human. Eso al menos escriben en el BMJ Leistikow, Kalkman y de Bruijn, tres reconocidos expertos holandeses en la materia, con el elocuente título de Why patients safety is such a tough nut to crack?.
Para estos tres autores el escaso avance tal ves sea debido a cuatro desafíos que deben afrontar las estrategias en seguridad: la necesidad de hacer visible el problema, su alto grado de ambigüedad ( no siempre es fácil establecer la relación entre causa y efecto), la complejidad del proceso clínico, y la necesidad de un importante grado de autonomía profesional para poder llevarse a cabo. Como ellos señalan, aunque la participación en este tipo de intervenciones pueda ser obligatoria, los profesionales clínicos deben tener la capacidad de interrumpir las intervenciones propuestas si creen que no funcionan; en sus palabras, “los profesionales sanitarios no deberían ser forzados a adoptar intervenciones en seguridad pre-diseñadas, sino más bien ser implicados en procesos interactivos de desarrollo de intervenciones en su propio contexto
En lugar de dar cancha a este enfoque se ha optado en numerosas ocasiones una vez más por la implantación de estrategias de arriba abajo, sustentadas a menudo en la aplicación de las tecnologías de la información en salud (Health Information Technology o HIP), como la eterna panacea que resuelve todo: de hecho, el propio Institute of Medicine(IoM) recomendó en dos de sus informes el uso de éstas como elemento fundamental para mejorar la seguridad y reducir los errores. Una vez más, la utilización generalizada de la historia clínica electrónica parecía llamada a solucionar el problema. Pero las cosas, una vez más, no parecen ser tan sencillas.
Sittig y Singh de la Universidad de Texas publican en los Archives of Internal Medicine una ilustrativa revisión sobre el papel que desempeñan las propias HIP en la generación de errores, a partir de la síntesis de la evidencia que realizó el propio IoM sobre la cuestión. En su opinión, el abordaje de los posibles errores en el funcionamiento de una HIP suele realizarse desde el punto de vista del fabricante, el vendedor o del personal responsable de su instalación, pero nunca desde el ámbito del usuario final ( incluido el propio usuario). De forma simplista se  suele considerar que, una vez habiendo adquirido la última historia electrónica, los únicos problemas serán los derivados del ajuste final de los técnicos encargados en el proceso. Pero como señalan los investigadores americanos, errores relacionados y producidos en el uso de las HIP aparecen siempre que el sistema no esté disponible ( no pueden introducirse, revisarse, transmitirse o imprimirse loa datos), funciona mal ( está disponible pero no hace lo que se supone que tendría que hacer), es usado incorrectamente , o cuando la HIP interacciona incorrectamente con otro componente del sistema, lo que puede resultar en pérdida de datos o erróneo almacenamiento o transmisión de los mismos. Sittig y Singh proponen un modelo “sociotécnico”  de revisión de ocho dimensiones que deberían revisarse en el proceso de implantación y funcionamiento de cualquier HIP con el fin de prevenir errores: comprobación de que el hardware y el software funcionan en todas las circunstancias, revisar el proceso de introducción, almacenamiento y transmisión del contenido clínico, analizar la interfase entre el ordenador y el profesional, valorar la capacitación de las personas implicadas en el proceso, así como los flujos de trabajo y comunicación, revisar la política y procedimientos organizacionales, las reglas externas regulaciones y “presiones”, y establecer sistemas de monitorización y evaluación. 
Aunque presumamos de tener las mejores historias electrónicas del mundo mundial, cuando el ordenador no funciona, el sistema se cae, o no se pueden recuperar los datos del paciente,  también se encuentra en grave riesgo la seguridad del paciente. 
(Viñeta de El Roto en El Pais)

2 comentarios:

  1. Vivo desde hace casi 30 años con un informático, llevo con él desde sus más tiernos principios, y he "sufrido" con él su frustración intentando informatizar de manera coherente muuuuuuchas cosas ....

    La informática es una ingeniería (gente cuya cabeza es un cubu de Rubik) , no se debería informatizar algo que no está ordenado de manera sistemática, hay que tener claro que el criterio ha de ser único y que las cosas tiene que estar clarisimas .... ¿entiende todo el mundo porque es tan difícil lo de la historia clínica? .... ¿seríais los profesionales capaces de poneos de acuerdo sobre que sí y que no debe estar?¿seríais capaces de poneos de acuerdo sobre como organizar la información? .... ahí está la dificultad ....
    Las cosas que funcionan medianamente bien es las que empiezan desde abajo, desde arriba se ve mucho, pero se pìerden los detalles .... y como bien dice María Gómez Bravo (periodista) hace mucha falta la gestión de "trincheras" ....

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  2. Si Juana, tienes toda la razón. Buena parte de la responsabilidad la tienen los clínicos, en especial por su dejación de responsabilidades, aceptando instrumentos no testados y que responden a prioridades de sus políticos de turno.
    En cualquier caso, ningún instrumento es inocuo, y éste menos por la falsa confianza que puede generar
    Un saludo

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