“Regale salud” fue el ingenioso lema escogido por algunas
aseguradoras privadas para
fomentar la suscripción de nuevas pólizas durante las pasadas navidades.
La asistencia sanitaria se convierte así en un regalo, de valor equivalente a
un ipad o una semana de crucero. Pasadas las fiestas y metidos en enero las
emisoras de radio de mi ciudad sustituyeron los habituales anuncios de
sanitarios Roca y Lady’s ( su copa de noche) , animando a los funcionarios a
renovar su póliza anual con alguna de las aseguradoras privadas de postín.
Hace unos días Diario Médico y Acta sanitaria
informaban de la grave situación económica que atraviesa MUFACE, lo que además
de “ser un acuciante problema para la mutualidad y el sector sanitario privado,
supone una amenaza para el modelo público.” Porque , según señala IDIS “de la
viabilidad de MUFACE depende que 2 millones de mutualistas pasen de golpe al
sector público”.
Por supuesto , la culpa de la supuesta disminución de su
financiación la tiene el Estado , no solo por la reducción de fondos, sino también por la disminución del
número de mutualistas que inevitablemente produce la desaparición de las
Ofertas Públicas de empleo que nutrían de mutualistas a MUFACE, así como por el
incremento del paro ( que lleva a muchos hijos de mutualista a refugiarse de
nuevo en casa de los padres, y utilizar su seguro). Pero es que además el sector
sufre, en palabra de Eliseo Moreno, consejero de CSIF en MUFACE, de una “alta
siniestralidad”. Curioso al menos resulta hablar de siniestro cuando nos
referimos a la enfermedad y lo que representa para una persona, aunque cuando uno compara los efectos del
cáncer con los destrozos en el parabrisas es inevitable encontrar una
sustancial diferencia. Al fin y al cabo los sistemas nacionales de salud se
idearon para proteger a cualquier ciudadano de la contingencia catastrófica (
también económicamente) que supone la enfermedad, y que solo es posible abordar
mediante la solidaridad entre generaciones e individuos.
Procediendo de un centro de pensamiento tan neoliberal como
IDIS uno esperaría propuestas “liberales” para solucionar la situación de sus
compañías: al fin y al cabo la sacrosanta mano invisible del mercado dicen que nunca
falla. Sin embargo, lo que proponen es que se les siga aportando su ración diaria de funcionarios,
en este caso mediante la ampliación del modelo MUFACE a nada menos que 1.7
millones de funcionarios autonómicos. Otro nuevo ejercicio de privatizar
beneficios y socializar pérdidas, máxima de este tipo de políticas, como ya
alertaba Tudor Hart. Pero como el papel lo aguanta todo, aluden a un supuesto ahorro para el sector público de
956 millones de euros, basado en la opinión de que el coste por usuario de
MUFACE es un 30% más barato. Uno entiende que se esfuercen en defender su
negocio, pero se cansa cada vez más de escuchar que lo hacen en beneficio del
sistema público, descargando a éste de la atención a sus afiliados. Porque al
margen de que mucho habría que hablar de la derivación silente a lo público
desde lo privado, cada funcionario que elige el sector privado para su
asistencia está retrayendo fondos valiosos que podrían aumentar la financiación
sanitaria pública.
Hace solo unas semanas Juan Simó demostraba en su blog que los
recortes no están afectando por igual al
sector público sanitario y las mutualistas del estado con seguro
privado. De hecho las aseguradoras privadas aumentan el montante de sus
conciertos cuando su población decrece, con lo que el gasto per capita en conciertos
inevitablemente aumenta. De hecho, como informaba hoy El País, es el sistema sanitario
público el que está sufriendo de forma más brutal el recorte, con una
disminución de un 10,6% solo en los 2 últimos años.
Frente a lo que se suele decir por los sucesivos gobiernos
que ha tenido este país desde la aprobación de la Ley general de sanidad,
nuestro país sigue albergando en su seno una diferencia sustancial de derechos
según el tipo de ciudadano que uno sea. No es cierto que sea universal, puesto
que no cubre a todos los ciudadanos por igual: solo los funcionarios han podido
elegir históricamente, colectivo en el que se incluyen no por casualidad las
altas esferas de la nación, aquellas con mayor poder de decisión e influencia
social. No es un colectivo pequeño , nada menos que 2 millones de personas, el
4,4% de la población española. Los dos partidos que han gobernado este país
desde aquel 1986 son responsables del mantenimiento de esta situación
vergonzante, y que la propia Ley ordenaba armonizar. Algo que es entendible en el caso de la derecha puesto que es
congruente con su modelo social y económico. Pero sigue sin comprenderse como
un partido que se dice socialista haya sido incapaz en seis legislaturas de
acabar con un modelo sanitario que atenta tanto contra la equidad y la igualdad.
(Viñeta de El Roto en el Pais)
(Viñeta de El Roto en el Pais)
No solo los funcionarios pueden elegir a cargo del estado, en Madrid,los periodistas ( que casualidad el cuarto poder) también lo pueden hacer. Los funcionarios autonómicos madrileños también tenían un régimen especial de "colaboradoras" que tambien se "saltaba" el sistema publico. Cuando se intento limitar los sindicatos de "izquierda" dieron similares argumentos: lo gravoso que seria para la sanidad publica que les quitaran los privilegios a los funcionarios de la CAM.
ResponderEliminarSaludos
Tienes toda la razón. La tolerancia ejercida por la administración del estado a la existencia de empresas colaboradoras, siempre las más influyentes y poderosas , y especialmente la prensa demuestra una vez más la increíble hipocresía de este país.
ResponderEliminarUn país en el que la llamada familia real hace continua ostentación de sus chequeos periódico ( sin la más mínima evidencia científica alguna) en todo tipo de entidades siempre privadas. En el que los políticos del congreso, jueces, fiscales y por supuesto periodistas eligen sanidad privada en vez de pública, pero recurren a ésta cuando las cosas se ponen feas.
Sencillamente deprimente
lo de los periodistas tiene su historia : contaban con un cuadro médico propio que ansón trasformó en una especie de "colaboradora de la SS" por razón de gremio(es la única que sigue, tras eliminarlas ZP debido a los pleitos multimillonarios que perdió) ......y que ahora funciona con muchos copagos y sin recursos sanitarios propios (todos son de capio y cía)
ResponderEliminarDe todas formas, más importante que esto o lo de Muface son las desgravaciones fiscales al seguro privado pagado por las empresas a sus trabajadores y familias, así como la exencción del impuesto de seguros cuando se compra un seguro médico : en portugal están eliminando desgravaciones y privatizando la finaciación de su muface