jueves, 30 de julio de 2015

Tolerancia cero al error médico (II)

Sigamos analizando ese medio tan "poco fiable" de averiguar lo que le pasa a un ser humano al que llamamos médico. Por desgracia para los partidarios de convertir la medicina en una técnica electrónica (de esas que se aplican ahora en cualquier taller cada vez que un coche se estropea) aún parece que queda un rato hasta que los seres humanos puedan ser chequeados por un programa informático y en el peor de los casos, reiniciados. Danielle Ofri comenzaba su artículo en el New York Times relatando un día cualquiera, en una consulta cualquiera, de casi cualquier médico, en cualquier parte del mundo: el paciente que ha iniciado tratamiento por un hipotiroidismo y se siente mal, el que tiene punzadas en la parte baja del abdomen, la señora a la que le queman los pies, aquel otro que no puede con la vida… Todos se encuentran mal y todos exigen una atención inmediata… 
Detrás de cada una de esas decisiones se esconde un amplio abanico de opciones que oscilan entre la simulación y la muerte. En los libros se le llama diagnóstico diferencial. Para ello el médico cuenta esencialmente con tres instrumentos: hacer las preguntas correctas, escuchar con atención y acertar a escuchar las señales que van escondidas en una historia y un cuerpo. 
Enumerar las causas que podrían producir ese cuadro, seleccionar la más probable y explicar al paciente lo que cree que tiene y lo que procede hacer ( o lo que es áun peor, explicarle por qué no sabe lo que tiene) es algo que el médico debe hacer en mucho menos tiempo del que emplea un dependiente en buscarte un pantalón de la talla 40. Si dispusiera de una hora por paciente ( lo que emplea un abogado en analizar superficialmente una demanda de asesoría) quizá no fuera tan difícil. Pero el médico debe hacer eso, con 50 pacientes, disponiendo de apenas 5 minutos para cada uno de ellos: mucho menos de lo que tarda mi hija en elegir si hoy le apetece un helado de fresa o de nueces de macadamia. 
El problema es que la decisión no es banal. Esa molestia en la boca del estómago puede ser la última neura de un hipster, pero también las primeras manifestaciones de un cáncer de páncreas . La mujer que no duerme puede tener un hipotiroidismo, pero también puede estar sufriendo violencia en casa que no quiere confesar. El que se queja de mareos puede ser un obseso del chequeo de catástrofes en Internet, pero también podría tener un trastorno del ritmo cardiaco, a pesar de su cara de bobo. 
Se requiere que ese trabajo, cada vez menos apreciado y valorado socialmente, se haga rápido y sin posibilidad de fallo, como el montador de tuercas de patines. La actitud de sus jefes suele ser la del explotador impaciente; en palabras de mi abuela “ déme una limosna , pero démela rápido , que tengo mala leche”. Todos aquellos que consideran que un médico de familia puede hacer bien su trabajo en 5 minutos, no solo están menospreciando un trabajo sumamente valioso y complejo, sino que en el fondo están considerando a los pacientes como meros objetos, juguetes rotos, cachivaches descuajeringados que cualquiera puede recomponer. 
Por supuesto es cierto que existen también médicos que no sabrían que hacer con 20 minutos por paciente ,porque nunca tuvieron conocimiento ni habilidades ni actitudes para ejercer su oficio o las perdieron por el camino, instalados en la comodidad del trabajo en cadena de receta y tentetieso. Por supuesto que los médicos de familia que llevan tiempo en sus cupos ( cada vez menos) son capaces de saber  a menudo que les pasa a sus pacientes sin más que mirarles a la cara ( cada vez menos porque donde hay que mirar es al ordenador). Pero seguir tolerando que se considere normal atender a los pacientes en 5 minutos  (algo que no ocurre en ningún país civilizado) es algo que no se debería permitir más. Aquí si hace falta Tolerancia cero…pero al desprecio de la dignidad del trabajo bien hecho.
(Viñeta de El Roto en El Pais)

8 comentarios:

  1. Gracias compañero, por ser una vez mas: la voz que clama en el desierto.
    Lo grave es precisamente que una situación tan grave y trascendente a nivel sanitario y humano, y como bien dices, única en el mundo civilizado, sigue prácticamente oculta a nivel social y político en nuestro país y continua el silencio cómplice.
    Y así, es difícil por no decir imposible, hoy por hoy, una solución.

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  2. Nuestra actividad diaria "contrarreloj" debe ser única en el mundo (civilizado o no). ¿En algún otro lugar se le mete prisa al médico para realizar su humana labor? Apuesto que no. Y si esta situación anómala la contemplamos en un contexto habitual de usuarios/pacientes cada vez más complicados/complejos, que exigen resolución rápida de multiproblemas (¿desquiciamiento social?, ¿empoderamiento perverso?), los errores tienen que ser necesariamente muchos. Lo de la medicina con calma, sin prisa y con tino es aquí una utopía. Frustrante para cualquier espíritu humanista. Difícil sonreír en un medio sanitario tan hostil. Y con la mirada hacia delante, remedando al poeta, vemos el futuro adelgazándose. Pero esto, algún día, me temo que lejano, habrá de cambiar.

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  3. El 65 % de los ingresos hospitalarios llegan directamente desde urgencias

    http://www.lavozdegalicia.es/noticia/galicia/2015/08/01/65-ingresos-hospitalarios-llegan-directamente-urgencias/0003_201508G1P6991.htm

    Esto es muy significativo no?

    alexandre

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  4. Muchas gracias a los tres. No pretendo utopias imposibles. Obviamente hayq ue rentabilidad el tiempo y este siempre va a ser escaso cuando se trata de tratar con personas enfermas.
    Pero la situación actual es alienante, y lo es más aun comprobar la resignación con la que se asume
    Tiene razón Gervas cuando habla de la voluntad a la hora de afrontar el problema. Muchas veces la falta de tiempo es falta de compromiso. Como lo es el no protestar nunca ante situaciones sencillamente intolerables

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  5. Me encanto la forma en que defines el trabajo intelectual de los médicos de familia en la consulta y el uso de la probabilidad en nuestros diagnosticos. Y la velocidad que debes tener para decidir entre este o aquel algorismo para realizar la pregunta correcta que te de el diagnostico mas probable. Pero luego no hay que olvidar que también tienes que decidir cual es el tratamiento mas adecuado,el mas eficiente, el mas barato y además de forma individualizada. Y todo eso el 5' y sin por supuesto errores.
    Gracias y enhorabuena por el articulo.
    Un sufridor de la atención primaria

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  6. Muchas gracias a ti Eduardo.
    Tienes toda la razón. Me centraba solo en la primera parte, en el diagnóstico. Pero queda mucho más respecto al tratamiento, la observación ( el esperar y ver) , el cuidado …
    Cuando aprenderán a valorar todo ese inmenso trabajo¡

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  7. Lo que es extraño es que sean Médicos los que dirigen.Se convierten en funcionarios economistas.

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  8. SOS. Es lunes por la mañana, me preparo para acudir a la consulta de tarde de la semana y no me llega la camisa al cuello. Atenderé la lista ya completa de pacientes y todos los demorables que me pongan... La situación es insostenible para los que queremos trabajar bien. SOS!

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