sábado, 16 de octubre de 2010

Nuevas aplicaciones del principio de Peter

"En una organización jerárquica 
cada nuevo miembro de la misma
tiende a ascender hasta alcanzar 
su máximo nivel de incompetencia".
 Lawrence J Peter.

 Miguel Angel Mañez  me pasa una auténtica joya: la concesión del premio IG Nobel de 2009 en la categoría de Management a una nueva revisión del principio de Peter. Vayamos por partes. Para el que no los conozca, los premios IG Nobel ( léase ignoble, es decir algo vil, bajo o mezquino) representan la parodia chusca de los premios del Banco de Suecia ( como le gusta llamarlos a Taleb), y son otorgados a los trabajos más disparatados,basados en datos reales o imaginarios, que respondan al fin  último de dichos pRemios: " primero les hacemos reir y luego pensar". A lo largo de su historia han sido galardonados trabajos tan interesantes como el que confirmaba que los agujeros negros reúnen las características técnicas necesarias para ser la ubicación real del infierno (algo que llenó de gozo a Ratzinger).Se entregan en una ceremonia freaky en Harvard ( antes se hacía en el MIT), de mano de algunos de los premiados en los Nobel ( incluso hay algunos que recibieron tanto el Nobel como el InNoble, como es el caso del físico Andrey Gueim).Como comprobarán en la foto, en la última ceremonia entregaron el premio a Elena Bodnar por su maravilloso invento del sujetador que actua como máscara protectora, nada menos que Pamuk, Krugman y Ketterle.
Los premios los otorga la indispensable Annals of Improbable Research. Para que se hagan una idea de la línea de esta fundamental revista, estos días se hace eco en su web de un interesante trabajo en que describen una perforación colerrectal por administración de un enema utlizando una manguera de jardín, lo que pone de manifiesto la necesidad de explicar pormenorizadamente a los pacientes hasta las cosas más obvias.
Dejémonos de escatologías y vayamos al grano. Como decía, el último premio en la categoría de Management fue otogado a un grupo de investigadores de la Universidad de Catania ( Sicilia, no podía ser menos), dirigido por Alex Pluchino, por su revisión del principio de Peter. Éste  ha sido repetidamente comprobado en todo tipo de organizaciones, pero las de carácter sanitario españolas parece que lo aplican de forma especialmente entusiasta. Los ejemplos son múltiples: médico de cabecera "apañado"  que acaba subiendo por el escalafón hasta darse el batacazo de gerente; o intensivista de pro , manitas en meter todo tipo de tubos, que descubre que éstos no existen en su recíen estrenado cargo de director general de asistencia (no conviene confundirlo con la promoción de amigos, amantes o compañeros de partido, puesto que en este caso se trata de empleados de la propia organización.) Las consecuencias del principio de Peter son relevantes: por un lado, con el tiempo cada puesto acaba siendo ocupado por profesionales incompetentes para realizar su nuevo trabajo; por otro, las organizaciones se mantienen porque el trabajo es realizado por los empleados que áun no han alcanazado su nivel de incompetencia.
La aportación de los investigadores de Catania es sumamente interesante. utilizando metodología de tipo  "Based agent simulations" demuestran no solo que el principio de Peter es inevitable en organizaciones que promocionan al teórico mejor a un puesto de mayor jerarquía , sino que ello lleva a una reducción sustancial de la eficiencia en la organización.
Pero su gran hallazgo estriba en que, siguiendo una aproximación a través de la teóría de juegos ( sí, aquello por el que le dieron el Nobel a Russell Crowe, perdón a John Nash), encuentran experimentando con el famosos principio, que los mejores métodos para mejorar la eficiencia de la organización serían o bien promocionar de forma aleatoria cada vez a un empleado ( podrían establecerse imaginativos sistemas de lotería tipo Tombola Cachichi para los ascensos en las organizaciones), o bien promocionar unas veces al mejor y otras al peor de la empresa, de forma alternante. Algo que simplificaría mucho el trabajo de los directivos y que (creo) sería del agrado de los sindicatos.
Ante el barullo generado en esta semana en  el servicio madrileño de salud , con todo el personal alborotado buscando donde sentarse el lunes, yo , en mi ignorancia, me pregunto: ¿serán los cambios derivados de la entrada en vigor de la gerencia única un gigantesco experimento paras confirmar la validez de la teoría de Pluchino en nuestro medio? ¿Conseguirá la comunidad de Madrid ser la próxima galardonada con el premio Ignobel?
Ya lo cantaba Sinatra: how little we know, how much to discover¡

1 comentario:

  1. divertido y cierto... La vida institucional es así, pero seguro que todo cambiara. ¿Confiamos en ello?

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