El gobierno británico se encuentra en pleno proceso de tramitación parlamentario de la Health and Social Care Bill (HSCB) con el propósito de convertirla en ley. De aprobarse, se modificaría sustancialmente lo que ha sido un sistema nacional de salud ( el National Health Service) referencia para todos los gobiernos interesados en establecer sistemas de protección social universales y solventes.
Supongamos que se aprueba como ley. En ese caso el Department of Health ( el equivalente al Ministerio de sanidad del gobierno británico) dejaría de tener la obligación de garantizar la prestación de atención sanitaria integral al conjunto de la población inglesa, introduciendo un mercado competitivo “ a la americana” que permitiría la competencia creciente entre proveedores privados.
El Dr Alex Scott-Samuels imaginaba hace unos días en The Guardian el futuro que le espera al NHS en el caso de que la HSCB se convierta en ley. El NHS pasaría a ser simplemente un presupuesto financiado públicamente destinado a subcontratar intervenciones sanitarias realizadas por compañías privadas sujetas a las leyes europeas de la competencia, que permitirían el predominio de éstas sobre otro tipo de prestadores de carácter público. Éstas leyes prohíben la creación de alianzas entre proveedores al considerarse anti-competitivas, desapareciendo las formas de cooperación y coordinación entre proveedores para la atención de los pacientes con condiciones especialmente complejas. El papel clásico del médico general británico como garante de la atención en la salud y la enfermedad de sus pacientes habrá pasado a la historia.
Dada la limitación de presupuesto de estos tiempos oscuros, los servicios de baja probabilidad clínica dejarían de estar financiados, abriendo el goloso melón de la provisión sanitaria británico al hambre atrasada de las aseguradoras privadas.
El modelo propuesto por el gobierno Cameron va mucho más allá de lo que se atrevió a hacer Margaret Thatcher. Los Clinical Commissioning Groups no son una versión actualizada de los médicos generales gestores de presupuesto ( GP Fundholder), sino que por vez primera allí comenzarían a operar como aseguradoras privadas, perdiendo su orientación de atención a una población por el enfoque de atención a una lista de individuos asegurados.
El planteamiento de este tipo de escenarios sigue considerándose ( tanto allí como aquí) ejercicios alarmistas de nostálgicos del estado de bienestar, que como dijo el Ministro Guindos , posiblemente ya no podamos permitirnos. Pero los que advierten de la amenaza no son ni pocos ni indocumentados. Nada menos que Allyson Pollock,David Price,Peter Roderick, Tim Treuherz, Davis McCoy, Martin McKee y Lucy Reynolds ( de las Universidades de Londres y la LSHTM), proponen en Lancet esta semana el establecimiento de líneas rojas que nunca deberían traspasarse en el Reino Unido, si se quiere mantener avances sociales que costó siglos construir ( como es el hecho de que una enfermedad no suponga la ruina para una familia, como ocurre en el sistema americano).éstas líneas son tres: mantener el deber del Departamento de Salud de garantizar la provisión de servicios integrales a toda la población, realizarla por criterio poblacionales que permita detectar necesidades para diseñar intervenciones, y salvaguardar a la prestación sanitaria de las garras de las leyes europeas de defensa de la competencia.
Ingenuamente pensaba que los continuos mensajes de todo tipo de “halcones” desde las agencia de rating al Banco Mundial respecto a la imperiosa necesidad de nuestro país de reducir el estado de bienestar se debía a los excesos del pasado. Pero cuando se comprueba que países que están lejos de necesitar un rescate ( como el Reino Unido) están en un proceso parecido de acoso y derribo, o cuando se observan las inmensas dificultades del gobierno americano de avanzar en un mínimo grado de protección social es más fácil entender el cuadro. Y que no es otro que el sector de la salud es el último reducto libre aún de la avaricia desbocada del mercado. Hay demasiado dinero en juego para dejarlo como estaba.
(Viñeta de El Roto en el Pais del 26 de enero de 2012)
Supongamos que se aprueba como ley. En ese caso el Department of Health ( el equivalente al Ministerio de sanidad del gobierno británico) dejaría de tener la obligación de garantizar la prestación de atención sanitaria integral al conjunto de la población inglesa, introduciendo un mercado competitivo “ a la americana” que permitiría la competencia creciente entre proveedores privados.
El Dr Alex Scott-Samuels imaginaba hace unos días en The Guardian el futuro que le espera al NHS en el caso de que la HSCB se convierta en ley. El NHS pasaría a ser simplemente un presupuesto financiado públicamente destinado a subcontratar intervenciones sanitarias realizadas por compañías privadas sujetas a las leyes europeas de la competencia, que permitirían el predominio de éstas sobre otro tipo de prestadores de carácter público. Éstas leyes prohíben la creación de alianzas entre proveedores al considerarse anti-competitivas, desapareciendo las formas de cooperación y coordinación entre proveedores para la atención de los pacientes con condiciones especialmente complejas. El papel clásico del médico general británico como garante de la atención en la salud y la enfermedad de sus pacientes habrá pasado a la historia.
Dada la limitación de presupuesto de estos tiempos oscuros, los servicios de baja probabilidad clínica dejarían de estar financiados, abriendo el goloso melón de la provisión sanitaria británico al hambre atrasada de las aseguradoras privadas.
El modelo propuesto por el gobierno Cameron va mucho más allá de lo que se atrevió a hacer Margaret Thatcher. Los Clinical Commissioning Groups no son una versión actualizada de los médicos generales gestores de presupuesto ( GP Fundholder), sino que por vez primera allí comenzarían a operar como aseguradoras privadas, perdiendo su orientación de atención a una población por el enfoque de atención a una lista de individuos asegurados.
El planteamiento de este tipo de escenarios sigue considerándose ( tanto allí como aquí) ejercicios alarmistas de nostálgicos del estado de bienestar, que como dijo el Ministro Guindos , posiblemente ya no podamos permitirnos. Pero los que advierten de la amenaza no son ni pocos ni indocumentados. Nada menos que Allyson Pollock,David Price,Peter Roderick, Tim Treuherz, Davis McCoy, Martin McKee y Lucy Reynolds ( de las Universidades de Londres y la LSHTM), proponen en Lancet esta semana el establecimiento de líneas rojas que nunca deberían traspasarse en el Reino Unido, si se quiere mantener avances sociales que costó siglos construir ( como es el hecho de que una enfermedad no suponga la ruina para una familia, como ocurre en el sistema americano).éstas líneas son tres: mantener el deber del Departamento de Salud de garantizar la provisión de servicios integrales a toda la población, realizarla por criterio poblacionales que permita detectar necesidades para diseñar intervenciones, y salvaguardar a la prestación sanitaria de las garras de las leyes europeas de defensa de la competencia.
Ingenuamente pensaba que los continuos mensajes de todo tipo de “halcones” desde las agencia de rating al Banco Mundial respecto a la imperiosa necesidad de nuestro país de reducir el estado de bienestar se debía a los excesos del pasado. Pero cuando se comprueba que países que están lejos de necesitar un rescate ( como el Reino Unido) están en un proceso parecido de acoso y derribo, o cuando se observan las inmensas dificultades del gobierno americano de avanzar en un mínimo grado de protección social es más fácil entender el cuadro. Y que no es otro que el sector de la salud es el último reducto libre aún de la avaricia desbocada del mercado. Hay demasiado dinero en juego para dejarlo como estaba.
No es la crisis.
ResponderEliminarYo soy bastante ignorante en temas económicos, pero hay algo que me parece claro. La crisis no es el problema, con todo lo problemática que ella sea. Se ha convertido en la gran herramienta del poder real.
Estamos asistiendo impotentes al avance del capitalismo más salvaje, eso sí, por nuestro bien. Hay algo que simplemente asquea y ocurre cuando quienes tienen el poder de decisión política hablan en plural, refiriéndose a “nosotros” como si ellos fueran parados o como si fueran a sufrir las consecuencias de la desaparición de ese “nostálgico” estado del bienestar. No creo que De Guindos se vaya a ver nunca en una cola de una agencia de colocación, ante un comedor de beneficiencia o en una consulta de medicina “básica”. Y siendo así, hablar de nosotros resulta incluso ofensivo. Hablan como si estuvieran jugando al Monopoly.
La crisis está siendo el medio para restaurar algo que creíamos de épocas lejanas: la esclavitud. Y en una sociedad de esclavos, no lo olvidemos, no sólo hay esclavos; también ricos y poderosos. Ya vimos lo que pasó en Rusia, lo que está ocurriendo en China y lo que empieza a pasar en nuestro país con el incremento de ventas de artículos de gran lujo.
¿Hasta cuándo seguiremos soportando tanta avaricia y una estupidez inhumana que no sólo se da en las alturas de Davos sino que llega hasta los últimos niveles de gestión?
Estamos avanzando hacia la peor de las dictaduras imaginables, una oligarquía incorpórea revestida hipócritamente de falsa democracia. Se hace difícil luchar contra un dictador sin rostro, los famosos mercados, pero algo habrá que hacer. En las aulas, en las consultas, en los periódicos, en blogs como éste, que es magnífico, en la calle si se precisa. Desde la ética más elemental no podemos asistir impasibles a semejante cosificación.
Lamentable iniciativa que sufrirán los ingleses pero evidentemente pueden dar ideas a nuestros gobernantes. En nuestro país aparte del problema de la cobertura universal, difícil de garantizar por una aseguradora, estaría que hacer con la plantilla de trabajadores sanitarios públicos estatuarios o funcionarios -cómo en Navarra-. Pasaríamos a ser empleados de compañías privadas o competiríamos con ellas. Esto supondría una huida en masa de los buenos médicos al sistema privado pero todo dependerá de si las aseguradoras nos tratan mejor o peor que el SNS. Tengo mis dudas en un país con tantos médicos bien formados y bien hartos del SNS. ¿Lo echaremos en falta?
ResponderEliminarHola Sergio:
ResponderEliminarEfectivamente este refran de mas de 500 años de antiguedad en lengua castellana es muy apropiado. Me ha gustado que preserves su enunciado original, sin sustituir pelar por arder. En su origen el sentido del refran era el de estar advertido ante el afeitado de una persona próxima (la barba era un signo de dignidad personal) porque uno mismo sería el siguiente en perder este atributo.
Nos quieren a todos afeitados y que la Atención Primaria deje de ser la actual actriz secundaria para, sencillamente, desaparecer. Hemos pasado de padecer la seducción de la cultura hospitalaria, alimentada por la industria de tecnología y farmacia; a la fascinación por la aplicación del libre mercado no regulado, alimentado por la apelación a una crisis integral, que ineludiblemente obliga a trocear el Sistema Sanitario Público.
Mucho análisis contextual y poca reflexión sobre las consecuencias. ¿Los valores del sistema?, en situación de crisis no nos los podemos permitir. ¿Los parásitos del sistema (pobres, ancianos y enfermos crónicos)?, en situación de crisis debemos aligerar el equipaje.
Que pena que se hable de pérdidas del estado de bienestar como si fuera un lujo. Nuestra barba es un problema de dignidad y de justicia.
miguel melguizo jiménez
Muchas gracias a los tres. Lo mejor de este blog sin duda está ne los comentarios.
ResponderEliminarHabeis aportado ideas muy interesantes desde tres enfoques distintos y complementarios. Javier respecto a la verdadera estrategia oculta en las medidas tomadas en relación con la crisis. Si la guerra es la continuación de la política por otros medios como decía von Clausewitz, la situación estamos ante un nuevo tipo de guerra, porque avanzamos más allá de lo que ha sido la política hasta la fecha para entrar en un terreno que desconocemos y donde el marco de juego que establecía la política ya no sirve. Como señala Javier,el poder lo ejerce alguien que no tiene cara, ni ubicación ni domicilio. La soberanía nacionalya , los ciudadanos apenas tienen nada que decir en el modelo y las prioridades, eso lo dice Standar & Poors.
Así es imposible plantarle cara, claro. Jugada perfecta.
Gracias Miguel por explicar con tanta precisión el refrán que sustenta el título. Una vez más es evidente la importancia de las palabras, y lo que en cierta manera se está cortanco como señalas es nuestra dignidad: valores, y necesitados son lastre para las prioridades de algunos.
Y muchas gracias Prometeo por apuntar otro problema en relación con la situación actual: la huida de los mejores. El Brain Drain , la fuga de cerebros es una amenza que no solo afecta ya a países en desarrollo. Complicado futuro tiene el que se presentó ayer al MIR en un entorno semejante.
Saludos y de nuevo muchas gracias
Me incorporo al debate pero el post y el tema me parecen de extraordinario interés. Pone de manifiesto una estrategia europea de privatización de los servicios sanitarios públicos con la escusa de la crisis y el paralizante terror casi general ante la perdida de poder adquisitivo y del mismo puesto de trabajo. Nuestros gobernantes Prometeo hace tiempo que conocen y aplican el plan.
ResponderEliminarhttp://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/01/28/catalunya/1327776974_768217.html
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/01/28/catalunya/1327783034_695378.html
Ciertamente con la complicidad de la mayoría de los medios de comunicación ,alguna vez cuarto poder y hoy bufones y monaguillos del mismo.
http://www.elpais.com/vineta/?d_date=20120130&autor=El%20Roto&anchor=elpporopivin&xref=20120130elpepivin_3&type=Tes&k=Roto
Y la mayoría de la oposición política en Congreso permanente ,cuando no retiro espiritual. ¿Alguien ha leído una argumentación como la expuesta por Sergio en el post en los múltiples artículos sobre el porvenir de la socialdemocrácia? ¿ incompetencia o tambien complicidad como en los medios de información? El principal grupo mediático privado catalán antaño apellidado "La Española ", como las aceitunas su buque insignia, ha recibido dos millones de euros de subvención de los restrictivos presupuestos de la Generalitat. Patriotismo en estado puro , claro.
Amigos creo que los profesionales deberiamos dar un paso al frente. ¿ Porque no un nuevo documento conjunto , como el mítico Gripe y Calma? Sin restringirlo a la red y al circuito sanitario , por supuesto. Inquietud entre una parte de la población , hay. Medios locales , ejemplo Diari de Girona , dispuestos a dar voz seguro que tamibien.
Todo menos la complice indiferencia.
Sergio de nuevo muchas gracias por estas excelentes reflexiones , la fechada ayer sobre el poder del lenguaje muy interesante y estimulante.
Antoni Agustí. ABS Olot
Muchas gracias Antoni
ResponderEliminarImpresionantes la información que aportas del grupo Innova. En su día conocí lo que era SAGESSA, pero esto es inmensamente más complejo... y peligroso.
Sobre las supuestas "ventajas" de los medlos de provisión pri
vada de servicios públicos.
De los medios poco más se puede decir tras leer la viñeta de El Roto. Lo que está haciendo el Pais a la hora de filtrar que publica y que no en materia de salud y medicina es cada vez más evidente.
No se si es posible hacer algo como la gran iniciativa de Gripe y calma. No será fácil. Pero si esperamos que alguien de los medios "oficiales" lo haga por nosoros vamos de cráneo
Un abrazo y muchas gracias