Cada día, millones de personas en todo el país siguen sus entrevistas, sus tertulias, su particular forma de informar y deformar la información. Ganan mucho dinero. En salarios, e indirectamente a través de la publicidad incluída en sus propios programas, siendo difícil diferenciar en muchas ocasiones donde acaba la información y empieza la propaganda. Aún así se permiten dar lecciones de honradez, moral y coherencia a todo bicho viviente. A menudo emplean un tono cercano, cordial, simpático, incluso sensual. No hay problema que no aborden, conflicto al que no acudan, tema que no desmenucen en compañía de sus contertulios, siempre los mismos, y casi siempre con el mismo nivel de conocimiento para abordar los temas, similar al que tengo yo respecto a la física cuántica. Son esa élite de los comunicadores, conductores de programas de radio ( a veces también de televisión) que son fichados a golpe de talonario: las Pepa Bueno, Julia Otero, Angels Barceló, Gemma Nierga o Isabel Gemio. Los Gabilondo, Herrera, Buruaga, Francino y compañía.
Tienen bastante más capacidad de generar o distorsionar la opinión pública que la mayor parte de los políticos, precisamente porque son ellos ( y ellas) los que deciden cómo y cuando darles paso. Pero a diferencia de éstos siempre salen indemnes. Son los demás los que se equivocan, engañan y manipulan.
Hace unos días Julia Otero revisaba en su programa la situación de las vacunas en España con tres “verdaderos expertos “ ( del tipo de los que comentábamos hace unos días): Alvarez, Salleras y Garcia. Con la excusa de la ausencia de un calendario vacunal común, el programa era esencialmente un alegato a favor de la ampliación del calendario vacunal a cualquier tipo de vacuna. La Sra Otero, de hecho, preguntaba incisivamente que comunidad autónoma era la que más vacunas tenía incorporadas a su calendario, a la búsqueda quizá de Eldorado del mundo vacunal.
En ningún momento se mencionó en su programa, siquiera tangencialmente, que las vacunas pudieran tener en algún caso efectos secundarios, un coste excesivo, una influencia negativa sobre la epidemiología de la propia enfermedad.
Son intrínsecamente buenas, bonitas y baratas ( a largo plazo). Quizá por ello para la Sra. Otero no hay más razón que el coste para justificar que una vacuna no esté incluida en el calendario vacunal. Para uno de sus expertos no hay ninguna explicación científica por la que la vacuna de la varicela no deba ser incluída desde los primeros años de vida. Y para este "verdadero experto" siempre que se mantenga la cadena del frío ( algo que se soluciona según el experto con una neverita como la que se lleva uno de picnic los domingos), la alternativa de acudir a Andorra o Portugal a comprar una vacuna entra dentro de lo razonable.
A pesar de la controversia existente respecto a la Vacuna contra el virus del papiloma humano ( que llevó a varias sociedades científicas a pedir una moratoria en su implantación), la Sra Otero considera que hay que ponerla en cualquier circunstancia. Y tilda la decisión de retrasar su introducción de los 12 a los 14 años de una decisión estrictamente ideológica. El problema no es que opine eso ( tan respetable como cualquier otro de sus vecinos de finca), sino que ella lo dice desde un púlpito que escuchan miles de personas.
En otra franja horaria su colega Dª Angels Barceló, experta en especiales informativos desde plazas en conflicto, realizó también la semana pasada un reportaje sobre el cáncer, tema que incrementa siempre la audiencia. De nuevo los "expertos verdaderos" consultados se estremecían al pensar que en ciertas comunidades autónomas la cobertura de los programas de cribado de cáncer de mama no pasaban del 70%. El principio de la autonomía del paciente a la hora de decidir sobre su salud no existe cuando hablamos de cribados. Aquí resulta de obligado cumplimento las recomendaciones que den los expertos ( los verdaderos por supuesto).
Tienen bastante más capacidad de generar o distorsionar la opinión pública que la mayor parte de los políticos, precisamente porque son ellos ( y ellas) los que deciden cómo y cuando darles paso. Pero a diferencia de éstos siempre salen indemnes. Son los demás los que se equivocan, engañan y manipulan.
Hace unos días Julia Otero revisaba en su programa la situación de las vacunas en España con tres “verdaderos expertos “ ( del tipo de los que comentábamos hace unos días): Alvarez, Salleras y Garcia. Con la excusa de la ausencia de un calendario vacunal común, el programa era esencialmente un alegato a favor de la ampliación del calendario vacunal a cualquier tipo de vacuna. La Sra Otero, de hecho, preguntaba incisivamente que comunidad autónoma era la que más vacunas tenía incorporadas a su calendario, a la búsqueda quizá de Eldorado del mundo vacunal.
En ningún momento se mencionó en su programa, siquiera tangencialmente, que las vacunas pudieran tener en algún caso efectos secundarios, un coste excesivo, una influencia negativa sobre la epidemiología de la propia enfermedad.
Son intrínsecamente buenas, bonitas y baratas ( a largo plazo). Quizá por ello para la Sra. Otero no hay más razón que el coste para justificar que una vacuna no esté incluida en el calendario vacunal. Para uno de sus expertos no hay ninguna explicación científica por la que la vacuna de la varicela no deba ser incluída desde los primeros años de vida. Y para este "verdadero experto" siempre que se mantenga la cadena del frío ( algo que se soluciona según el experto con una neverita como la que se lleva uno de picnic los domingos), la alternativa de acudir a Andorra o Portugal a comprar una vacuna entra dentro de lo razonable.
A pesar de la controversia existente respecto a la Vacuna contra el virus del papiloma humano ( que llevó a varias sociedades científicas a pedir una moratoria en su implantación), la Sra Otero considera que hay que ponerla en cualquier circunstancia. Y tilda la decisión de retrasar su introducción de los 12 a los 14 años de una decisión estrictamente ideológica. El problema no es que opine eso ( tan respetable como cualquier otro de sus vecinos de finca), sino que ella lo dice desde un púlpito que escuchan miles de personas.
En otra franja horaria su colega Dª Angels Barceló, experta en especiales informativos desde plazas en conflicto, realizó también la semana pasada un reportaje sobre el cáncer, tema que incrementa siempre la audiencia. De nuevo los "expertos verdaderos" consultados se estremecían al pensar que en ciertas comunidades autónomas la cobertura de los programas de cribado de cáncer de mama no pasaban del 70%. El principio de la autonomía del paciente a la hora de decidir sobre su salud no existe cuando hablamos de cribados. Aquí resulta de obligado cumplimento las recomendaciones que den los expertos ( los verdaderos por supuesto).
Jorgensen y Goetzsche publicaron hace ya años en el BMJ un magnifico trabajo en el que revisaba las recomendaciones de los dípticos informativos entregados a las mujeres sobre el cribado de cáncer de mama. Ningún país europeo incluía información alguna sobre los posibles perjuicios del cribado: no existían referencias a los falsos positivos, el sobrediagnóstico, o las mastectomías innecesarias. El propio Goetzsche en su última revisión sobre la efectividad de cribado publicada por la colaboración Cochrane incluía una hoja informativa sobre las evidencias disponibles respecto al cribado con mamografía, con sus pros y contras para que cada mujer decida libremente. Teniendo toda la información y no solo una parte. Pero si son verdaeramente libres para elegir, la cobertura del cribado no puede alcanzar el 100% como les gustaría a los verdaderos expertos. Porque hay personas, incluídas médicos con un prestigio científico descomunal ( como la Dra Iona Heath, ex Presidenta del royal Collge of General practitioner birtánico) que consideran que "no es equivocado decir simplemente No" al cribado.
Para la gran comunicadora Otero, tener la osadía de limitar las vacunas incluídas en el calendario vacunal supone una intromisión en la vida de las personas . ¿Es solo ignorancia?, ¿Es interés personal? Dice la comunicadora que hagamos caso a la ciencia. Pero ¿ a que ciencia? ¿Solo a la ciencia que interesa a la Sra Otero, a la Sra Barceló?
Es evidente que los periodistas siempre tienen patente de corso. La única profesión exenta de publicar sus conflictos de interés.
Para la gran comunicadora Otero, tener la osadía de limitar las vacunas incluídas en el calendario vacunal supone una intromisión en la vida de las personas . ¿Es solo ignorancia?, ¿Es interés personal? Dice la comunicadora que hagamos caso a la ciencia. Pero ¿ a que ciencia? ¿Solo a la ciencia que interesa a la Sra Otero, a la Sra Barceló?
Es evidente que los periodistas siempre tienen patente de corso. La única profesión exenta de publicar sus conflictos de interés.
Genial la entrada, me ha encantado. Ojalá se pudiera desenmascarar a este pseudoperiodismo absolutamente nocivo para la sociedad. A Julia Otero y Angels Barceló les encantaría ser las Oprah Winfrey catalanas pero casi siempre se quedan en una especie de Iker Jiménez intelectualoide de barrio. Lo peor no es si el motivo es ignorancia o interés personal, que hay de los dos sin duda. Para mi lo peor es que pontifican desde una supuesta superioridad moral insoportable, que produce arcadas. Y el cóctel superioridad moral + ignorancia es letal en una sociedad a la que le encanta que le den todas las ideas (con perdón) mascaditas y preparadas para el consumo fácil. En los programas de deportes por lo menos no esconden la caspa ni pretenden salvar nuestros cuerpos ni nuestras almas.
ResponderEliminarMuchas gracias Guillermo. Tienes razón. Lo más dificil de asimilar es la mezcla entre superioridad moral e ignorancia absoluta. Comentaba alguien que si el mismo rigor mantienen en el resto de temas es para salir corriendo. Es cierto, el fútbol es casposo pero no engaña
EliminarMe parece que la expresión "verdaderos expertos" induce a error. Se podría pensar que son los que verdad saben del tema, lo que no es cierto. Creo que sería más exacto algo así como "expertos representantes de la industria farmacéutica".
EliminarUn saludo.
La alarma social y el miedo son las armas de la propaganda, que siempre tiene intenciones ocultas.
ResponderEliminarNo entiendo que los periodistas se pierdan el respeto así mismos y a su profesión ignorando su código deontológico de forma sistemática.
Lástima que estos "periodistas" no vayan a leer tu excelente artículo en sus tertulias. Muchas gracias por escribirlo, no puedo estar más de acuerdo.
Me gustaría recordar que lo que denuncias tiene precedentes y nada se ha hecho desde entonces. Así sucedió con la vacuna de la meningitis C y la entonces famosa Marta Robles en 1997. Yo era R2 de pediatría y lo recuerdo porque me invadió la indignación por las formas, y coincide con la que tú describes. Ahora la vacuna de meningitis C está en todos los calendarios vacunales, no es mi campo y no lo discuto, pero sí la forma en que se decidió.
Seguramente lo conoces, pero creo que este texto de JC March, MA Prieto, A Suess y M Escudero de la Escuela Andaluza de Salud Pública respalda perfectamente tu punto de vista. http://www.fundacionmhm.org/pdf/Mono8/Articulos/articulo2.pdf
Muchas gracias de mi oarte y de parte de mis colegas de la Escuela en su nombre. Yo también recuerdo aquella aciaga campña de vacunación contra la meningitis C. Marta Robles fue pionera de un programa que luego ha persistido en esa línea de Pseudodivulgación científica por desgracia
EliminarUn saludo
Manipulación informativa: Echan la culpa de la muerte de una niña a la varicela de la que no pudo vacunarse porque "es mejor pasarla" en lugar de fijarse en la ambulancia que tardó mucho en llegar.
ResponderEliminarManipulación informativa: pensar que los pediatras tienen opiniones propias, cuando la realidad es que están vendidos todos al poder de la banca, del gobierno y de la industria farmacéutica.
Manipulación informativa: Advierten de un repunte de casos de varicela por la restricción de acceso a la vacuna, sin mencionar lo que se afirma aquí, que es que "las vacunas pudieran tener en algún caso efectos secundarios, un coste excesivo, una influencia negativa sobre la epidemiología de la propia enfermedad".
Muchas gracias
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuizá sorprenda un poco mi opinión.... Me gustaria que no se malinterpretase y espero no ser muy pesado.
ResponderEliminarVemos como algo hostil ese poder de la información, esa impunidad total, esa capacidad de dispersión en la opinión púbilca... Y lo hacemos con cara de embobados, como el "Tonto Simón" ("Has visto el engaño en sus ojos/que ya no tienen más que decir/Los golpes ya no duelen, ¡ay Simón
si pusieras tu cuerpo en acción! ")
Y a esto me refiero. No debe ser hostil. Tenemos que "civilizar" este desierto informativo. Creo que los MAPS deberíamos participar, infiltrarnos y mezclarnos con los medios de comunicación, con los periodistas. Y no hablo de crear nuevas estrellas en este firmamento peridístico.
Siempre explico a los residentes: "¿qué es lo más vital, implantar el mejor stent -de nueva generación-, o prevenir la colocación de centenares de stent?" pero también pregunto:"¿cuál de estas dos noticias abrirá un telediario?".
Todos los que trabajamos en APS lo hacemos en un distrito, dentro de una zona básica. Dentro de todas estas zonas hay radios locales, prensa gratuita o semi-gratuita. ¿Por qué no bombardeamos con artículos, o participamos en estos programas?. Los periodistas locales se quejan de que les faltan programas para el tiempo del que disponen.
La importancia de la información no está en los contados y conocidos periodistas, sino en los que están a nuestro alcance dentro de nuestro propio entorno.
La carniceria "Paqui" de mi barrio se anuncia en Radio Cádiz, es más barato y se orienta a su clientela. No se le ocurriría hacerlo en un cerrado e inaccesible blog de carniceros ni en un periódico de tirada nacional.
... Y seguiría comentando, pero termino y dejo dos preguntas:
¿Sabeis que hay un periodista "titular" de plantilla en cada Delegacion de Salud de provincia?
¿Sabeis porqué en algunos objetivos de los diferentes U.G.C. de APS está introducido el concepto "noticia positiva en salud"?
Tienes razón Antonio. Deeberiamos ser mucho mas activos para modificar tanta des-información. Pero tampoco resulta fácil hacerlo. Los medios no solo responden a lo que a ello les parece relevante ( y como bien dices es noticia que el hombre muerda al perro, es decir se pongan stent, en lugar que el perro muerda al hombre ).
ResponderEliminarPoco hemos hecho los médicos en esa lucha sin duda
Desconozco la respuesta a tus dos preguntas, ambas importantes. Solo puedo interpretarlo desde la obsesión por la presencia en los medios de los politicos de turno, a cualquier precio.
Introducir en los objetivos de un servicios de salud un objetivo como "noticia positiva en salud" , en caso de producirse, sería simplemente un despropósito. No existe ninguna relación entre ese supuesto indicador y la misión de un sistema sanitario
Desde hace 8a participo en un programa semanal de media hora en la emisora local de mi ciudad , Radio Olot. La periodista que lleva el programa , además de psicóloga, es una persona con sensibilidad y conocimiento sobre sanidad . Inicialmente tratabamos los temas habituales en los programas de divulgación sanitaria, diabetes, HTA, ejercicio físico, medicación aliñados con los temas de los dias mundiales , sólo algunos, y estacionales ( gripe, alergias..). Los temas los propone la periodista o sugerencias de oyentes, que no tienen entrada en el programa. Desde hace dos años la genética, el diagnostico precoz de todo tipo de neoplasias y enfermedades crónicas, los novedades terapúeticas ( hepatitis C, nuevos antineoplásicos, etc) entran en las propuestas de temas para el guión semanal. Son el reflejo de las notícias aparecidas , en muchas ocasiones como titulares , en los medios de comunicación de difusión general y masiva. La correlación de fuerzas es abrumadoramente desfavorable, y empeorando. Recuerdo hace tres o cuatro años que Enrique Gavilán , en una carta publicada en El País , rectificaba con literatura científica una información, no publicidad sobre un nuevo analgésico opiode, el laboratorio si mal no recuerdo era Grünenthal, que llegó a la Defensora del lector , en aquellos momentos Milagros Pérez Oliva, que dió la razón a Enrique , poniendo de manifiesto que la conducta de la redactora había conculcado el código deontológicas del periodico al no haber contrastado la información del laboratorio que además la había invitado a un congreso médico donde se hacía el lanzamiento del producto. No sólo luchas con las páginas de publicidad explicita, enteras, contraportada de suplementos dominicales , mucho peor la publicidad encubierta disfrazada de información.
ResponderEliminarUna vez más , felicidades por el post , Sergio
´Toni Agustí. ABS Olot
Muchas gracias Toni a ti. Es dificil luchar contra molinos de viento, y hay fuerzas poderosas que no van a permitir que se deje de hablar de lo que les interesa. Pero creo que denuniciarlo es el primer paso para que cambien
ResponderEliminarUn abrazo