relationship GPs have with patients.
We provide them with lifelong care.
Patients want personalised care from a GP
they know and who knows them.
This is the best, most cost-effective
way to deliver health service.
GP care for a whole year costs less
than a single day’s hospital admission.
Steve Field. Chairman of the Council
Royal College of General Practitioner
Comentábamos el último día que entre las medidas que incluye el modelo del nuevo gobierno británico se incluye la de crear más de 500 Comisionados de Medicna General ( GP commissioning), un poco a la manera que inició Margaret Thatcher hace casi dos décadas con los médicos generales gestores de presupuesto ( GP Fundholder). Considerados como la "joya de la corona" del modelo sanitario de los tories, las evaluaciones del mismo por investigadores independientes arrojan más sombras que luces: desde efectos modestos en sus resultados hasta aumentos en las inequidades de acceso, pasando por el hecho de que el papel de los médicos generales como compradores nunca fue estratégico, como comenta Martin Roland en un editorial de la semana pasada del BMJ .
El reto que plantea ahora el gobierno liebral conservador no es pequeño: sobre el papel, el 80% del prespuesto total del NHS estará bajo las manos y las decisiones de los médicos generales ¿Imagina alguien algo semejante en este país, tan ferviente admirador del modelo británico?
En el centro del debate, sin embargo, están los temas de siempre: ¿ quieren de verdad los médicos generales hacerse cargo de semajante desafío?. Y si fuera así ¿ tienen las habilidades necesarias para ello?
En opinión de Roland, profesor de la Universidad de Manchester, y uno de las "vacas sagradas" de la investigación sobre servicios en atención primaria ( guardo como "oro en paño" su Hospital Referrals, una especie de biblia de lo que se sabe sobre derivación y coordinación asistencial), para que un proyecto semejante tenga alguna posibilidad de éxito se precisa disponer de un número adecuado de líderes clínicos , establecer sistemas de soporte potentes para la gestión ( dado que los clínicos no nacieron para ser hombres de negocio), pilotar cuidadosamente los sistemas de asignación prespuestaria o establecer el equilibrio adecuado entre grandes grupos que permitan realizar economías de escala y pequeños equipos que faciliten la mejora continua de la calidad clínica.
La atención fuera de horas ( urgente) puede ser la piedra de toque para saber si la reforma va en serio, aunque Roland en un alarde de suficiencia y menosprecio, critica a esos "cansados y escasamente formados médicos" de fuera de Inglaterra, que acuden allí para realizar el ingrato trabajo de urgencias. Afortunadamente Tiago Villanueva, brillante residente de Medicina de familia en Potugal, enmendó la plana a Roland con una magnífica carta esta misma semana.
Es interesante, en cualquier caso, el hecho de que Roland haga referencia a la pérdida de valores que significó en los últimos años del laborismo, la orientación de los médicos generales haciu los objetivos de la organización, en lugar de hacia los valores centrados en el paciente, tal y como recomienda el Royal College of General Practitioner, para los cuales resulta imprescindible rescatar los valores que sustentan la profesión ( que no el trabajo) de médico: alta calidad técnica, atención personalizada,continuidad asistencial y compromiso con el paciente individual.
En nuestro caso, ni los colegios son como los británicos, ni los profesionales parecen tener problema alguno en priorizar mandatos organizativos por valores profesionales. Y algo común en otros países, como son los intentos de aumentar la asunción de autonomía y riesgos por parte de los médicos generales, como proponía recientemente Enrique Gavilán en Salud y otras cosas de comer, sigue siendo una quimera.
¿Porqué conducir si es más fácil dejarse llevar? ¿Porqué decidir y equivocarse (o acertar) el rumbo si es mucho más cómodo que el responsable sea otro?
ResponderEliminarDebates necesarios, querido Sergio, desde replantearnos el modelo de profesionalismo y nuestra implicación y consciencia del riesgo y de la capacidad de autonomía, hasta el grado de representatividad de los órganos "representativos" (colegios, sociedades profesionales, etc.).
¿Por dónde comenzamos?
;-)
Abrazos
¡Cuanta razón llevas Enrique¡
ResponderEliminarTal vez lo más impresionante sea la resignación que tenemos todos , cuando aun nos quedan quince, veinte o treinta años de trabajo aún, a seguir haciendo cada día lo mismo, quejándonos de lo mal que va todo, y deseando que llegue el próximo puente. En cambio, cuando he estado con gente que asume sus riesgos ( recuerdo alguna conversación con amigos de alguna EBA) existe otra percepción de lo que puede ser un trabajo estimulante.
Habrá que pensar en ello sin duda. Un abrazo y muchas gracias
http://www.scribd.com/doc/34239351/%C2%BFQue-podemos-aprender-hoy-los-medicos-de-familia-de-los-GPs
ResponderEliminarVamos acercándonos a una situación de cambio en nuestro sistema sanitario.
No es una cuestión de macro o mesogestión, es una cuestión de conciencia de los profesionales.
Liderar un cambio en una cultura colaborativa, desde abajo, desde cada consulta.
Llevamos mucho tiempo sin hacer valer nuestras capacidades de innovación, creatividad y liderazgo social. Es necesario potenciar nuestro servicio a la ciudadanía y velar por que la asistencia sea lo mejor posible. El cortoplacismo político es una amenaza para la sociedad.
Podemos reaccionar.
Un abrazo Sergio
Llevas mucha razón Salvador.
ResponderEliminarY creo que con el cortoplacismo político imperante muy poco se puede esperar del futuro. Más cambios, más innovaciones a la inglesa ( cambios radicales que al final se quedan en nada), y ceremonias permanentes de autobombo y descubrimiento de la rueda.
O el cambio se genera desde los profesionales o simplemente no habrá cambio
Un abrazo y muchas gracias