En el mundo lúbrico de de la Riva mujeres libidinosas asaltan a caballeros viriles en los ascensores, dando quizá satisfacción a sus más íntimas fantasías. Es muy probable que desde que pronunciara su ya famoso disparate haya recibido muchas felicitaciones de machotes como él, hartos también de soportar a tanta feminista. Incluso algunos insisten en que volverá a ganar las próximas elecciones municipales en Valladolid, como si eso diera legitimidad a sus exabruptos.
Pero, ¿qué ocurriría si esas fantasías del alcalde se convirtieran en realidad? Hace ya unos años la cineasta francesa Eléonore Pourrat dirigió un corto con el título de Majorité opprimée en el que imaginaba un mundo imposible en el que se invertían radicalmente los papeles de hombres y mujeres: hombres que llevaban a los niños a la guardería y que tenían que soportar silbiditos, piropos, burlas y agresiones sexuales en callejones oscuros. Hombres que sufrían el maltrato añadido de las fuerzas de seguridad , escépticos sobre la realidad de las denuncias, sospechando provocaciones previas por parte de los agredidos. Víctimas que debían soportar la inversión de la carga de la prueba obligados a demostrar su inocencia. No es nada gracioso, como no lo es lo que ocurre realmente en cualquier ciudad del mundo.
Más del 99% de las mujeres en Estados Unidos reconocen haber sufrido algún tipo de acoso sexual en la calle: supuestos ´”piropos”, silbidos y gritos, gestos obscenos, insultos o toqueteos, cuando no agresiones sexuales directas. El Huffington Post hizo incluso una interesante prueba de campo, recogiendo simplemente las experiencias de sus reporteras en la calle.
En España no tenemos datos (para variar) pero es casi imposible encontrar una mujer de cualquier edad que no haya sufrido algo semejante. Culturalmente se considera algo casi consustancial a la vida, tan inevitable como encontrar basura en la vía pública: somos así, que se le va a hacer. Ante la inseguridad que pueden sentir las mujeres en la calle la solución no es otra que evitarlos, limitando las exposiciones al riesgo como si el acoso fuera un agente viral incontrolable.
Es interesante visitar la página web del Ministerio de Sanidad español. Aparte de tener una imagen tan “vintage”, lo primero que se encuentra uno es una columna de Actualidad con noticias protagonizadas por el Ministerio, especialmente por su máximo responsable. La mitad de las recogidas en el último mes son condenas genéricas de la ministra sobre la violencia de género a raíz de algún asesinato. De la Riva comenzó el último pleno del ayuntamiento de Valladolid condenando las muertes por violencia de género, como si éstas fueran fenómenos atmosféricos y no respondieran a factores sociales evidentes.
La percepción social sobre las agresiones contra la mujer apenas se han modificado en los últimos 40 años. El acoso sexual en la calle se considera gracioso, sobar en el metro una práctica inevitable, las violaciones ocurridas tras haber iniciado un flirteo son entendidas como consecuencias lamentables pero lógicas, por haber dado pie a ello. Los asesinatos no son más un paso más de la escalada, que luego condenamos enérgicamente desde la página del Ministerio.
El Señor de la Riva no es más que un botarate. Los verdaderos responsables son los miembros de su partido, incapaces de reprobar su conducta públicamente o expulsarle del partido. Son las mujeres de dicho partido que le sirven de guardia pretoriana , aparentemente de acuerdo con la afirmación de que las mujeres utilizan los ascensores para cazar a los hombres. Y son los votantes de cualquier agrupación política que defiende, disculpa o ignora este tipo de ideas.
Es el mundo del señor de la Riva. Nuestro miserable mundo por desgracia.
Excelente, por evidente, la reflexión final. Es un craso error creer que el machismo es cosa exclusiva de hombres. Si no hubiera mujeres machistas, esa "guardia pretoriana" a la que aludes, este hombre habría sido cesado fulminantemente, ya que parece que dimitir ni se le pasa por la cabeza. Pero en el PP parece que sólo ven machismo cuando unos guardias le hacen perder el tiempo a Esperanza Aguirre. Lo demás, los acosos, las violaciones... son cosas que les pasan a otras, a otras que serán culpables de lo que les pase, como siempre ha sido en esta España de pandereta.
ResponderEliminarHola Sergio.
ResponderEliminarTermina hoy la semana de feria en mi localidad. Las estrellas, como todos los años, son las "damas de honor" de la "reina" de las fistas. Todas chicas, florero, orgullosas y felices de serlo.
Cambiar esa actitud, que solo es la punta del iceberg, cuando nadie se atreve siquiera a denunciarlo...
Por cierto, te adjunto mi último post, esperando que despierte tu discrepancia,
Saludos.
http://hayquevivirla.blogspot.com.es/2014/09/ayer-sone-que-leia-el-pravda.html