Para el gobierno español y el partido que le respalda como una apisonadora, España va bien. Son perceptibles no ya los brotes verdes, sino auténticos bosques de alisos que invaden las autopistas y ciudades. Para el presidente de la comunidad de Madrid su servicio sanitario es de altísima calidad ( la prueba del algodón es que acuden a él de otras comunidades autónomas) , aunque el estrangulamiento financiero de los centros sanitarios sea cada vez más insostenible. Según la Ministra de Sanidad nuestro sistema sanitario sigue siendo universal puesto que cualquiera puede acceder a él si paga lo que cuesta ( aunque no tengan articulado el sistema de cobro). Todos ellos presumen ante la Troika de los grandes avances realizados en los últimos años, como el niño aplicado y obediente que hace sus deberes sin rechistar
Sin embargo, los hechos siguen empeñándose en desmentir esa visión tan esperanzadora. El último en hacerlo ha sido la Bertelsmann Stiftung Foundation que acaba de publicar su Social Justice Index, que compara diferentes áreas de la justicia social entre los países europeos. Estas áreas son la prevención de la pobreza, la equidad en el acceso a la educación, el acceso al mercado laboral, la cohesión social , la salud y la justicia intergeneracional. Algunos de cuyos aspectos han sido también reflejados en la reciente encuesta del Sustainable Governance Indicator (SGI).
Los resultados demuestran que ese panorama optimista que reiteradamente dibujan los poderes europeos y los gobiernos que ejecutan sin piedad sus políticas, está bastante alejado de la realidad.
La justicia social, un objetivo implícito que la civilización europea se propuso perseguir al acabar la 2ª Guerra Mundial, declina en Europa a marchas forzadas, “ exacerbada por rígidas políticas de austeridad implantadas en el curso de la crisis”.
Los países del norte ( Suecia, Finlandia, Dinamarca y Holanda) aún mantienen niveles sólidos de cohesión social, pero los países del sur más gravemente afectados por la crisis ( Grecia, España, Italia, Hungría) han aumentado dramáticamente sus índices de injusticia social. El informe no oculta tampoco las evidentes miserias del modelo alemán cada vez más partido por la mitad entre lo que llaman “condiciones normales de trabajo” y “condiciones de trabajo atípicas” eufemismo para referirse a formas de trabajo sumamente precarias.
España ocupa el lugar 21 de 28 en justicia social : peor que ella solo se encuentran Croacia, Letonia, Italia, Hungría, Bulgaria , Rumania y Grecia. Su índice ha disminuido de 5.59 en 2008 a 4.85 en 2014, descendiendo del puesto 13 al 21 en el mismo periodo. Solo Grecia se encuentra peor que España en tasa de desempleo y en especial en el desempleo de larga duración o en el paro en jóvenes. El nivel de desigualdad solo lo superan Grecia, Portugal y Letonia. España es un ejemplo, un nefasto ejemplo, de como se puede deteriorar la educación y la investigación dos áreas absolutamente cruciales. Como señala el informe , las consecuencias que tendrá a largo plazo para nuestro país la huida de capital humano altamente cualificado ( el brain drain) son imprevisibles.
La política dominante en Europa no solo amenaza la cohesión social europea a medio plazo sino que amenaza cualquier proyecto futuro de integración europea real.Una vez más se pone de manifiesto que son las nuevas generaciones las más gravemente afectadas por una situación de este tipo, generaciones que difícilmente estarán dispuestas a defender un proyecto que no les brinda ningún futuro.
Las conclusiones del estudio son reveladoras: existe una grieta que divide Europa en dos mitades, una rica y cohesionada y otra pobre y desigual; el crecimiento económico no garantiza la justicia social. Pero la idea de que ambos objetivos son incompatibles es profundamente equivocada. De hecho, la inversión en políticas de fomento de ese tipo de justicia son beneficiosas para la economía y las posibilidades de innovación y crecimiento de un país. Como señala el informe: "La falta de oportunidades en educación, mercado de trabajo o atención sanitaria es peligroso económicamente , tanto como los altas nivles de exclusión social quue resultan de ello. Los fracasos en la pol´tica social actual , así como las políticas de consolidación a corto plazo podrían generar consecuencias de altísimo coste en el futuro. Los esfuerzos para compensar y reparar las consecuencias de la exclusión social son siempre una alternativa peor que la aplicación de políticas proactivas e inversiones bien orientadas en participación social”
En este marco de acoso y derribo a un modelo de sociedad son más necesarias que nunca iniciativas como la Dcclaración de Granada , en la que cerca de 100 organiazciones científicas, profesionales y sociales se han adherido al texto suscrito en el pasado V Congreso Europeo sobre Migrantes, Minoría étnicas y salud , en la que se insta a los gobiernos a proteger la salud de las poblaciones, en especial de los más vulnerables. En este sentido , la derogación del infame Real Decreto Ley 16/2012 es hoy más urgente que nunca
Sin embargo, los hechos siguen empeñándose en desmentir esa visión tan esperanzadora. El último en hacerlo ha sido la Bertelsmann Stiftung Foundation que acaba de publicar su Social Justice Index, que compara diferentes áreas de la justicia social entre los países europeos. Estas áreas son la prevención de la pobreza, la equidad en el acceso a la educación, el acceso al mercado laboral, la cohesión social , la salud y la justicia intergeneracional. Algunos de cuyos aspectos han sido también reflejados en la reciente encuesta del Sustainable Governance Indicator (SGI).
Los resultados demuestran que ese panorama optimista que reiteradamente dibujan los poderes europeos y los gobiernos que ejecutan sin piedad sus políticas, está bastante alejado de la realidad.
La justicia social, un objetivo implícito que la civilización europea se propuso perseguir al acabar la 2ª Guerra Mundial, declina en Europa a marchas forzadas, “ exacerbada por rígidas políticas de austeridad implantadas en el curso de la crisis”.
Los países del norte ( Suecia, Finlandia, Dinamarca y Holanda) aún mantienen niveles sólidos de cohesión social, pero los países del sur más gravemente afectados por la crisis ( Grecia, España, Italia, Hungría) han aumentado dramáticamente sus índices de injusticia social. El informe no oculta tampoco las evidentes miserias del modelo alemán cada vez más partido por la mitad entre lo que llaman “condiciones normales de trabajo” y “condiciones de trabajo atípicas” eufemismo para referirse a formas de trabajo sumamente precarias.
España ocupa el lugar 21 de 28 en justicia social : peor que ella solo se encuentran Croacia, Letonia, Italia, Hungría, Bulgaria , Rumania y Grecia. Su índice ha disminuido de 5.59 en 2008 a 4.85 en 2014, descendiendo del puesto 13 al 21 en el mismo periodo. Solo Grecia se encuentra peor que España en tasa de desempleo y en especial en el desempleo de larga duración o en el paro en jóvenes. El nivel de desigualdad solo lo superan Grecia, Portugal y Letonia. España es un ejemplo, un nefasto ejemplo, de como se puede deteriorar la educación y la investigación dos áreas absolutamente cruciales. Como señala el informe , las consecuencias que tendrá a largo plazo para nuestro país la huida de capital humano altamente cualificado ( el brain drain) son imprevisibles.
La política dominante en Europa no solo amenaza la cohesión social europea a medio plazo sino que amenaza cualquier proyecto futuro de integración europea real.Una vez más se pone de manifiesto que son las nuevas generaciones las más gravemente afectadas por una situación de este tipo, generaciones que difícilmente estarán dispuestas a defender un proyecto que no les brinda ningún futuro.
Las conclusiones del estudio son reveladoras: existe una grieta que divide Europa en dos mitades, una rica y cohesionada y otra pobre y desigual; el crecimiento económico no garantiza la justicia social. Pero la idea de que ambos objetivos son incompatibles es profundamente equivocada. De hecho, la inversión en políticas de fomento de ese tipo de justicia son beneficiosas para la economía y las posibilidades de innovación y crecimiento de un país. Como señala el informe: "La falta de oportunidades en educación, mercado de trabajo o atención sanitaria es peligroso económicamente , tanto como los altas nivles de exclusión social quue resultan de ello. Los fracasos en la pol´tica social actual , así como las políticas de consolidación a corto plazo podrían generar consecuencias de altísimo coste en el futuro. Los esfuerzos para compensar y reparar las consecuencias de la exclusión social son siempre una alternativa peor que la aplicación de políticas proactivas e inversiones bien orientadas en participación social”
En este marco de acoso y derribo a un modelo de sociedad son más necesarias que nunca iniciativas como la Dcclaración de Granada , en la que cerca de 100 organiazciones científicas, profesionales y sociales se han adherido al texto suscrito en el pasado V Congreso Europeo sobre Migrantes, Minoría étnicas y salud , en la que se insta a los gobiernos a proteger la salud de las poblaciones, en especial de los más vulnerables. En este sentido , la derogación del infame Real Decreto Ley 16/2012 es hoy más urgente que nunca
Ya sabes de mi pesimismo. Y temo que esto no tiene vuelta atrás.
ResponderEliminarNo solo no se va a derogar el RD 16/2012 sino que yo preveo, ojala me equivoque , una mayor profundización no ya solo en los recortes, sino en el cambio del modelo sanitario del que se ha puesto las bases pasando de un modelo de Sistema Nacional de Salud a un modero de Seguridad Social y afiliación.
Recientemente ha sido publicado por el Ministerio un informe sobre los Sistemas Sanitarios en los países de la UE : características e indicadores de salud en el Siglo XXI.
https://www.msssi.gob.es/estadEstudios/estadisticas/sisInfSanSNS/tablasEstadisticas/Ind.Sist.Sanit.UE.XXI.htm
En El País salió un titular que decía que España estaba en el tercer lugar por la cola en número de camas, por debajo de Rumania. Curiosamente nadie señaló que Suecia era la que menos camas tenía y sabemos que su sanidad no es precisamente la última.
Y así Rumania con 6.1 camas debe estar mejor que nosotros a pesar de tener una mortalidad de 948, cuando la media de la UE es de 586 y la nuestra de 481. Y la cardiovascular suya es de 540, cuando la médica de la UE es de 212 y la nuestra de 132.
Pero claro, el objetivo parece que qué nuestro gasto sanitario sea del 38% del PIB como Rumania, cuando la media de la UE es de 9.6 y el nuestro de 5.9.
Y claro los resultados de salud, la eficiencia, y todo eso no son titulares. Las mentiras estadísticas pasan a ser titulares en vez de un estudio serio de la realidad.
Y claro es que tenemos una sanidad que no es sostenible y no nos la podemos permitir.
Y resulta que los recortes en 2012 en sanidad y educción fueron de 10.000 millones en la cuantificación de Rajoy y rescatar, si es que se puede llamar así, solo a los dos Bancos de Valencia, la CAM y el Banco de Valencia fueron 42.000 millones y Caixa Nova Galicia otros 10.000 millones. En total se habla de 200.000 millones
Y mientras diciendo que hay que copagar para recaudar o gastar 100, 200 o 300 millones..
Y como bien sabes los recortes han sido sobre todo de personal, y resulta que los trabajadores vivimos en el Síndrome de Estocolmo y callamos.
¡ Que bien lo describió en su día en Médico Crítico Javier Padilla:
http://medicocritico.blogspot.com.es/2012/07/si-brecht-fuera-sanitario.html
Y del estudio por encima del Excel se ve que en casi todos los países, la atención primaria es de provisión privada, excepto España, Portugal, Italia, Grecia, Suecia y Finlandia. Es decir, que los médicos de Atención Primaria no son funcionarios son autónomos. Que en casi todos los países existe copago en atención primaria, en urgencias, en atención especializada e incluso en ingresos hospitalarios.
Pues a eso vamos. Los recortes los van a poner poco a poco, como los supositorios, cuando la deuda llegue al 100% del PIB, ya casi, y arañarán un derecho aquí, una prestación allá, un copago que no nos va a sacar de ninguna crisis, pero que nos va a llevar a una sanidad de miseria y finalmente a la beneficencia.
No puedo poner más, Sergio, porque me enciendo y no quiero acabar mal.
Desde luego lo que están haciendo no nos lo merecemos, pero si seguimos cruzados de brazos, no solo los sanitarios, sino la población en general, voy a empezar a pensar que algo sí.
Un abrazo y gracias.
Logicamente es el 3.8 % el gasto de Rumanía. A eso nos quieren llevar. La rabia y ganas de enviar han hecho algo que hay que hacer siempre: releer antes de enviar.
ResponderEliminarMUchas gracias por tus comentarios Fernando, muy poco discutibles. Lo de las camas hospitalarias es curioso como alarman a los periodistas y a la opinión pública, una vez más convertido en el patrón oro. Lo que dices sobre Suecia es el mejor argumento.
ResponderEliminarYo también soy bastante pesimista, pero no por las intenciones de los gobiernos , sino por pa atronadora desidia de todos nosotros
Triste, muy triste
El pesimismo mostrado es muy realista pero no puede abocarnos a una parálisis. A quienes rescatan bancos y a quienes les parece relevante anunciar una subida en las pensiones gallegas inferior a dos euros mensuales, les importan muy poco los análisis comparativos que se hagan (ya no digamos las reflexiones éticas). Están por encima del bien y del mal. Son los nuevos amos.
ResponderEliminarPero, en realidad, el problema no lo tenemos con ellos, siendo muy importante el que han creado. El problema lo tenemos con los propios médicos, con sus grandes silencios. Es cierto que hay compañeros críticos: Padilla, Gervás y Minué son ejemplos clarísimos de esa crítica mantenida en el tiempo con el desgaste personal que pueda implicarles. Sabemos también que, en general, la crítica, por light y educada que se muestre, siempre es castigada… por otros médicos que ocupan puestos directivos y que son premiados con ellos precisamente por su servilismo. No sólo eso; la crítica no se perdona jamás.
La profesión médica está integrada en buena medida por una cadena de siervos, desde los que son promovidos a jefaturas hasta los recién contratados como adjuntos (generalmente en precario); ya no se contrata al bueno en sentido profesional, sino al bueno en el contexto de una moral de esclavos. Lo que rige ahora en una profesión noble es la obediencia a indecentes.
A diferencia de otras profesiones, tenemos una “casa”, el Colegio Médico de cada uno y una organización de esas casas, la OMC. Los hemos elegido… y parece que hemos elegido muy mal porque, salvo honrosas excepciones, nuestros representantes no defienden ni a los médicos ni, lo que es más grave, a la Medicina, siendo en general aparentes cómplices activos o pasivos del poder político.
Pero, como dicen que dijo Churchill,… seguiremos en las playas. Nunca nos rendiremos.
Gracias por ese final. No, no podemos rendirnos. No debemos hacerlo.
ResponderEliminarLo que más me preocupa son todos esos aspirantes que van de oposición en la oposición teniendo que aprender majaderías diferentes en cada villorrio. Sin poder protestar no sea que acaben siendo castigados. Es inadmisible que los que podemos protestar no lo hagamos en su nombre