Ayer viernes un grupo de reconocidos intelectuales y expertos en el sistema sanitario (Victoria Camps,Adela Cortina An,tonio Elorza, Santos Juliá, Javier Marías, Nicolás Redondo Urbieta, Fernando Savater, Vicente Verdú, Enrique Costas Lombardía, Mercedes Pérez Fernández, Juan Gérvas, Javier Rey del Castillo y Cayetano Rodríguez Escudero), publicaron un manifiesto en El Pais en el que alertan de la necesidad urgente de salvar la sanidad pública. Conviene leerlo y difundirlo.
Como se señala en él, la degradación de nuestro sistema sanitario se inició hace tiempo, pero se ha intensificado de manera brutal desde el inicio de la crisis y la adopción de las órdenes de la Troika, ejecutadas con suma docilidad por los gobiernos de José Luis Rodriguez Zapatero y Mariano Rajoy.
Quizá el principal problema es que esa degradación pasa desapercibida para buena parte de la población. Aparentemente los servicios siguen funcionando: los centros de salud están abiertos, en las urgencias se atiende sin tener que pagar ( salvo que uno sea emigrante en situación irregular), y más tarde que temprano los pacientes acaban siendo atendidos en algún momento de su proceso ( si antes no se han quedado por el camino).
Cuando creó su Sistema Nacional de Salud España optó por un mecanismo de racionamiento típicamente hispano: la cola. Las alternativas que pusieron en marcha otros países a los que pretendíamos parecernos ( entidades de evaluación real de procedimientos y tecnologías, definición explicita de prestaciones, etc) podían tener un coste político que nadie estaba dispuesto a asumir. Lo nuestro fue siempre la picaresca, manipular las listas de espera con criterios ficticios, esconder los datos reales a resguardo de la utilización política del adversario, pagar a los especialistas por la tarde lo que no hacen en su horario de trabajo… Pero eso sí, como en el caso de MUFACE los privilegiados siempre encontraron la forma de saltarse la lista de espera; al fin y al cabo forma parte de nuestra cultura colarse en la cola para el pan.
Aunque todos los partidos con responsabilidades de gobierno declaran en público su compromiso con el sistema sanitario público los hechos vienen a ser muy diferentes. La magnífica gestión de la crisis, de la que presume el gobierno, se ha basado únicamente en recortar la financiación de los servicios públicos, en su mayor parte a través de la reducción escandalosa de los gastos de personal: por un lado reduciendo los salarios de todos los profesionales a los que no podían despedir; por otro , explotando de forma miserable a los que estaban en situación de aceptar cualquier cosa, cualquier contrato por indigno que fuera. Por eso Cortina y Camps, dos de nuestras más prestigiosas pensadoras en el campo de la ética, hablan de una exigencia moral. Porque las actuaciones de los gobiernos en esta materia incumplen los más elementales principios éticos.
En este año en que florecieron todos los procesos electorales a la vez, seguirán argumentando todos los partidos con responsabilidades de gobierno su compromiso con un sistema sanitario público de calidad Pero , como en el anuncio, el algodón no engaña. Y mientras se continúen amortizando plazas en el sistema sanitario público de forma masiva, se sigan reduciendo las retribuciones de los profesionales sanitarios ( entre las más bajas de Europa antes de iniciarse la crisis) y se utilice el contrato eventual precario como único instrumento para cubrir las necesidades del sistema ( además de emplearlo como arma de extorsión de los que no están en condiciones de exigir) se seguirá participando de forma activa en la demolición del sistema sanitario.
La desesperación por el desmantelamiento del Servicio Nacional de Salud británico ( en el que tanto han contribuido conservadores y laboristas) llevó a muchos ciudadanos en aquel país a organizarse en la defensa de su sistema sanitario ( KeepNHS Public).al comprobar que los partidos clásicos renunciaban a mantener realmente un sistema público digno . Tal vez tengamos que acabar haciendo lo mismo
Voto por esa defensa y tenemos una asociación abierta y con tradición para organizarla (http://www.fadsp.org)
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